viernes, 31 de octubre de 2008

I'm alive





Una de mis canciones favoritas…

Me encanta estar sola en casa y escuchar esta canción a todo volumen.

Contonearme…

Sonreír…

Dejarme llevar…

Esto si es
VIDA

Hoy daría lo que fuera por estar entre el público…



Buen fin de semana,
Se me cuidan.
Aileon

jueves, 30 de octubre de 2008

Esto no es serio...


Hoy no quería poner ninguna entrada. Quería darme un descanso y un respiro para vosotros pero, es que, hace escasos minutos que se ha producido una conversación en el comedor de mi casa, que no tiene desperdicio.

Haciendo zapping, me he dado cuenta que hacían la película de El piano.
Película, por cierto, que nunca he visto. Sé el argumento y la BSO me emociona hasta echar lágrimas, pero no la he visto. Y parece interesante. Todo por regalar a mis oídos el maravilloso sonido de un piano…

Pues bien, la conversación a tres bandas ha sido la siguiente:


- Uyy hacen la película de El piano. Papa, ¿tú quieres ver algo en la tele?
- ¿Yo? ¡Qué va! A la cama me voy a ir pronto…
- Ah, pues entonces la dejo que acaba de empezar
.

Eso que me dirijo a mi madre que estaba con su música en su ‘despacho', a media luz y sentada frente a su ordenador, va y le digo:

- Mama, ¿Tú has visto la película de El piano?
- (Mi padre desde el comedor) ¿Pero esa no es la de la guerra?
- ¿Qué guerra? ¿Qué dices, papa?
- Sí, hombre, esa película que sale el tío que tiene la nariz muy larga…
- (Mi madre) Ahh, esa no es. Tú padre se confunde. Yo sé cual es…Sí, hombre sí, es muy bonita, de un piano…
- Sí, mama, hasta ahí, llego ¿Pero la has visto?
- Sí, sí…
- ¿Y de qué va?
- Pues…de personas antiguas.


Ya no he preguntado más. Directamente me he echado a reír. Ya ha empezado el cachondeo.

- Noe, ni se te ocurra ponerlo en el blog, que te conozco.
- Uyy, que no…ya estoy tardando. Es que me lo pones a huevo
- ¡Qué mala eres! ¡Qué vergüenza!

Me encanta el sonido del piano. Espero verla en otra ocasión con más tranquilidad.
Pero eso sí, miraré el teletexto y dejaré de preguntar cosas que sé que ciertas no serán, pero que me harán echar unas risas, seguro!


Ya verás mañana con mi ‘sister’. Venga va, que necesitamos esas risas…

Nota:
Por si no os habíais dado cuenta mi padre se refería a El pianista y mi madre…

Véte tú a saber a lo que se refería. Yo ya no pregunto.
Es única…

Aileon
Por cierto, hay una escena increíblemente buena. Sublime.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Lágrimas de lluvia...




El gris en la atmósfera, las gotas de lluvia, el frío y el recuerdo, hacen que me venga a la mente la entrada que escribí hace ya algunos meses. Recuerdo aquel día al alma poeta, lágrimas de lluvia...


Lágrimas de lluvia…

Mentalmente no estaba bien, y lo disimulaba con la máscara que se había impuesto en los últimos días e incluso en los últimos meses. Necesitaba la máscara para no despertar todo tipo de preguntas innecesarias. Preguntas que ella se negaba a responder.

Apenas le apetecía hablar; mucho menos tener que dar explicaciones. Al fin y al cabo, la vida es un sin fin de máscaras que nos quitamos y nos ponemos, que odiamos y amamos, que acaban formando nuestro yo verdadero.

Ella se ponía la máscara de la sonrisa mientras lloraba tras ella. Observaba la de la tristeza con melancolía y realidad.
Ese era su día a día, y a lo que se había acostumbrado a vivir. Vida oculta, era la reina de las máscaras…

Ese día, consciente que no podía faltar a su cita, se despertó con la mirada perdida. Lo único que deseaba era encerrarse en su habitación a media luz, con sus velas con olor a vainilla y escribir. Vomitar todo lo que su mente necesitaba gritar. Sin máscaras. Pero su deseo tenía que esperar.
Salió de su casa con intención de pasear por la orilla del mar y reflexionar. Necesitaba sentir de cerca su color. Su silencio…
El día la acompañaba en su paseo sigiloso. Sentada en la arena húmeda podía oler la sal del mar y sentir como su azul acariciaba la arena de su juego…
Las nubes, como si de un puzzle se tratara, se unían lentamente hasta formar una grandísima nube grisácea. Ella las observaba desde la lejanía. Y, en silencio, disfrutó del paisaje que tenía delante de su triste mirada. Sin máscaras y sin explicaciones, volvía a ser ella. Sonrió.

Cerró los ojos y sintió como una gota acarició su mano. Una gota siguió a otra, y otra a otra…Levantó la mirada y observó como las gotas bailaban con el agua del mar. No pudo evitar lo esperado y sus lágrimas se mezclaron con la lluvia…
Mojada, hasta lo más profundo de su ser, echó a correr con un único destino. Corría mientras la lluvia penetraba más en ella. Corría porque llegaba tarde a su cita. Corría porque necesitaba sentir la lluvia en su cuerpo y porque era la única que le había hecho sentir estar viva. Corría porque estaba sola. Corría porque se sentía libre. Corría porque su tiempo aún no se había acabado. Corría porque se mojaba…
Al llegar al mirador dejó de correr. Mojada y empapada se mezcló con la poca gente que paseaba. Nadie la miró. Ni siquiera para compadecerse.
Los paraguas les impedían ver la lluvia caer, y ella sólo veía la lluvia que le impedía ver los paraguas. Entre la inmensa minoría de un día gris, pasó desapercibida. Un cuerpo sin alma…
Mientras caminaba sin pensar y dejándose llevar por el ritmo de la lluvia decidió darse por vencida refugiándose en un pequeño portal.Era la primera vez que no sentía la lluvia en su cuerpo. Y respiró profundamente. Pero sintió algo peor que la lluvia, algo en su interior que le decía que no tenía consuelo alguno. Sintió sus lágrimas deslizándose silenciosamente mientras escurría su larga melena negra sin movimiento por la lluvia.


Creyendo que estaba sola percibió una respiración a su lado.

- Perdona, ¿estás bien? – se escuchó tras ella en mitad de la oscuridad de aquel estrecho portal.

Ella se giró, mientras intentaba secarse las lágrimas, y vio a un chico alto, delgado que, al igual que ella, también estaba completamente empapado por la lluvia.


- Creo que a los dos nos ha pillado la lluvia por sorpresa…- dijo mientras sonreía bajando la mirada.

Ella no sabía qué decir. No se sentía con ganas de entablar una conversación con un desconocido, pero él no tenía la culpa. Él no.
Debía ser amable.
Mientras se apoyaba en la pared, no dejaba de mirarla. Ella le devolvió el mismo gesto y se apoyó en la pared que estaba enfrente de él. Bajaron sus miradas con el único sonido de la lluvia. Ambos, mojados y empapados, se olvidaron de la fuerte lluvia que caía en el exterior…

- Perdona, no te había visto. A mí la lluvia, en realidad, no me ha pillado por sorpresa. Nunca lo hace. En el fondo, yo creo que la busco… - dijo ella alzando la mirada.

- Bueno, o quizá sea ella quién te busque a ti…- dijo sonrojándose.

Ella no puedo evitar sonreír a la vez que miraba la lluvia. Gris y solitaria.
Volvía a sonreír de nuevo. Esta vez sin máscaras.


- ¿Qué quieres decir?- preguntó con una sonrisa en los labios.

-¿Tú sabes por qué llueve?- preguntó con cierto nerviosismo.

- (Ella soltó una tímida carcajada) Nunca nadie me había hecho una pregunta de ese tipo…- dijo ella mientras acariciaba su negra melena que seguía chorreando por la lluvia.- Pero supongo que porque las nubes están cargadas de agua, no sé…

- No, estás equivocada- dijo mientras la miraba sin pestañear.
- Llueve porque el cielo está triste…- y bajó la mirada.

- ¿Triste? ¿De qué?- preguntó sorprendida.

- Triste porque no te puede tocar. Triste porque la única forma de poder sentirte es derramando sus lágrimas en tu cuerpo…


Ella, en presencia de aquel desconocido, se derrumbó…


Noelia M.
Al alma poeta...
6/II/08
Nota:

Fue la primera entrada de este blog que firmé con mi verdadero nombre. Me siento muy unida a este texto. La lluvia me lo recuerda. Posiblemente, está entre mis diez mejores escritos.
Un texto donde realidad y ficción (frase muy mía) van cogidas de la mano. A veces, ella y yo, somos la misma. Sólo a veces, la mayoría, casi siempre, siempre...

martes, 28 de octubre de 2008

Para ti (1)

Hoy inauguro una nueva sección dedicada a todos vosotros.

¿La razón? Porque me apetece, porque, entre otras cosas, GH ya no me motiva, porque sois los mejores, porque no cambiaría vuestros NOMBRES y lo que hay tras ello, y porque en momentos difíciles se agradece una palabra amable de alguien que no pertenece a tu vida diaria y que siempre está ahí, deseándote lo mejor…


Sí, hoy voy a hablar de alguien que todos conocéis. De la persona que me empezó a dejar comentarios de forma continua hace ya algún tiempo, y la que hizo que descubriera vidas y pensamientos que merecen la pena.
Te estoy eternamente agradecida.







Sí,…

Hoy tú eres el protagonista del Vive y deja Vivir, porque te lo mereces y por tener siempre una palabra en este humilde y nada inteligente blog. Porque, posiblemente, me entiendes con una simple palabra o con un silencio a gritos, mucho más que gente que tengo a mi alrededor. Gente que se cree con derecho y no tienen ni idea…

Espero que no te moleste, y que lo leas con muchísima ilusión, que no entusiasmo, que también, si quieres. Créeme que es con buena intención.
Tranquilo, sonríe ruborizado que nadie te ve…

No sé si te sorprenderás saber si lo que voy a escribir a continuación ya lo escribí hace algún tiempo. No sé si te sorprenderás al saber que he leído todas tus entradas con sus correspondientes comentarios, y decirte que no me han dejado indiferente. Interesantes unas más que otras, por afinidad, pero siempre con esa personalidad y ese talento que dudas y que te caracteriza. O puede que sea yo que te leo con buenos ojos, o realmente es porque transmites ese algo a tus lectores que bien podría definir como un imán. Sí, esa es la palabra. No busco más.
No sé si te sorprenderás que, aunque este sea un mundo virtual, o nada real, o como se quiera llamar, yo te considero mucho más que un nombre, al igual que el resto que me comenta. No sé si te sorprenderás si afirmo…


Que eres un romántico empedernido y no hace falta que lo jures…
Que el cine es una de tus grandes pasiones, es algo confesable…
Que antes hablabas mucho más de tu vida privada que ahora, es más realidad que ficción…
Que esta frase “Sólo sé que mi deseo era parar el mundo y crear uno para nosotros dos...”, es tu mejor susurro…
Que piensas que los blogs son como los supermercados, es más una buena afirmación que una realidad…
Que ‘ken leeee’ pasará a la historia por desbancar a la mismísima Carey, es algo que me alegra…
Que leer uno de tus guiones debe ser una ilusión mía más que tuya…
Que siempre tienes palabras bonitas para regalar sonrisas a tus lectoras, es algo que se palpa…
Que tus comentarios escuetos dicen mucho más que un sin fin de palabras, es algo que se siente…
Que me debes un mojito en lancha, recuérdalo antes de que pierdas la memoria…
Que siempre me quedo con tus últimas frases porque son de esas que no se olvidan fácilmente, y tú lo sabes…
Que gracias a esa ‘carta … ’, despertaste en mí, mis más sinceras y emocionadas lágrimas. Un antes y un después.


Y yo…


Que he cambiado más veces de foto que vueltas da un ventilador, es más cierto que falso…
Que si durante un tiempo soñaba con ‘donde la espalda pierde su nombre’ y melocotones fue todo por tu culpa. Si se dice lo contrario, lo negaré hasta la muerte…
Que si he notado un cambio en los comentarios que te dejaba y han pasado de ser largos, coherentes, y serios a irónicos y sin fundamento, es posiblemente por la confianza, porque el respecto y la admiración aún están.
Que cada vez que veo esa foto pienso, por unos instantes, que soy una ‘tía buena’, aunque lo olvido con facilidad al ver el resto…


Sí, podría decir tantas cosas que sólo tengo esas escritas, porque como tú bien dices, ‘ya nos conocemos’ y yo añado ¿seguro? ¿Estás seguro? (risillas)

Gracias. No cambies.
Recuerda que destripo todo lo que llega a mis ojos, y leo mucho más de lo que en realidad comento.
Tranquilo, ya puedes echar la lágrima…o la bronca. Lo que prefieras. Agradezco ambas cosas.


Te dedico este video porque sé que te gusta el personaje. Seguramente el que más. La escena es por gusto propio. Espero que te guste. Recuerda que la intención es lo que cuenta...





Aileon.


Nota:
He dudado en iniciar y compartir esta sección. Pero aquí está.
El primer capítulo se lo merecía él. Y hoy con más motivo. Espero que estés bien. En los momentos difíciles,...respira profundamente.
Pero que se prepare el siguiente.
Sin nombre o con él, siempre estás ahí.
Cuídense y gracias a todos.








lunes, 27 de octubre de 2008

Ella está...

Ella está tan cansada de sellar sus labios y alimentar el silencio que teme quedarse muda con gritos en su interior.

Ella está tan cansada que siempre le acompañen los mismos adjetivos que le rompen en mil pedazos el alma…

Ella está tan cansada de sentirse culpable, a veces hasta de respirar…

Ella está tan cansada de sonreír sin sentir…

Ella está tan cansada de llorar sin derramar lágrimas...

Ella está tan cansada de imaginar y no vivir la realidad que le da miedo vivir lo que no ha imaginado…

Ella está tan cansada de no sentir los pequeños placeres que le ofrece la vida que siente estar sin aire...

Ella está tan cansada que…

Algún día se dará la vuelta y se dará cuenta que es algo más que una simple sombra.

Pero será tarde ya.

Y sonreirá…



Aileon

Nota:
Ella y yo, dos almas unidas. No puedo decir nada más.
Agradezco vuestros comentarios con antelación. Pero no os contestaré. Disculparme. Lo siento.
Hoy no.

domingo, 26 de octubre de 2008

Primeros segundos...

Yo creo que los primeros segundos de vida de un bebé marcan el carácter y la personalidad para el resto de su vida. Por lo menos, en mi caso, sí.

Cuando yo vine al mundo, lo primero que escuchó mi madre fue:

‘Uy, señora….su hija ha nacido sin ojos’ (por cierto, que mala folla tenía el ginecólogo al decirle eso en ese preciso momento)

Con el dolor y la alegría que conlleva un nuevo nacimiento, un poco más y a mi madre le da un infarto. No me extraña.

‘No, no…su hija no tiene ojos; tiene faros, menudos faros’

Y es verdad. Nací con los ojos tan abiertos que parecían faros. Hasta mi madre se asustó. Y con razón. Yo me imagino pariendo a un recién nacido con unos ojos tan grandes y abiertos, y la primera reacción sería intentar cerrar las piernas. No sé...
Me daría miedo, sin más. Pensaría...
¿Pero qué he parido? ¿Un niño o un amigo de E.T?
Pero lo que no saben es que lo hice para no perder tiempo en la nueva -esta- vida que me esperaba, ya que había estado nueve meses en plena oscuridad, sin movimiento y aburrida. Yo quería ver y observar todo lo que había a mi alrededor.
Es curioso. Con los años sigo pensando lo mismo…
Y es que los primeros segundos de vida determinan la personalidad de cada uno. Estoy convencida.

Ahora eso sí, viendo las fotografías de cuando nací y de los primeros meses, sólo deseo que si alguna vez tengo un/a hijo/a que no se parezca a mí de bebé. Porque cara pequeña, ojos saltones, como de susto, y una mata de pelo que entraban ganas de peinar,…mejor que no.
Afortunadamente, luego salieron las pecas, la cara graciosa y pilla, las miradas tímidas, la inocencia, y las ganas de abrazarme...

Aileon


Nota:
Hoy iba a poner otra entrada. Supongo que tarde o temprano saldrá a la luz.
Todo a su debido tiempo.

sábado, 25 de octubre de 2008

jueves, 23 de octubre de 2008

Mi corazón...


Mi corazón, ardiente y apasionado, suspira exaltado y resquebrajado en mil pedazos.


Déjame que penetre mi dulce corazón…


Saboreando cada segundo de tu piel,


Mordisqueando tus labios hasta saciar mis deseos,


Para morir lentamente en ti…



Aileon
Buen fin de semana
Se me cuidan...

miércoles, 22 de octubre de 2008

Pero...¡es una fiesta!

AVISO IMPORTANTE:
Esta entrada puede herir la sensibilidad de los hombres, no así la de las mujeres.
Cada cual que decida…



Hoy afirmo por activa y por pasiva que estoy hecha una mierda…





Seguridad en ti misma, dice… ¡Ni de coña! Si la del anuncio es más feliz que una perdiz, vamos que seguramente es ella la que quiere ir a la fiesta y obliga al joven muchacho para que luego se la cuente...
Y yo ahora soy y me siento peor que un felpudo. Estoy yo para fiestas...

Pero ¿quién coño ha hecho ese anuncio? y ¿ese que las chicas van de rojo y se ponen a bailar con una música pegadiza?
Si tengo una mala leche increíble que me saludan con un simple ‘hola’ y contesto ¿tienes algún problema conmigo?

En días como éstos recuerdo lo que me dice mi ginecóloga cada vez que la visito. Por cierto, muy graciosa la mujer. Juzguen ustedes mismos.

- Lo mío no es normal…Pero ¿no decían que a los 25 años los dolores desaparecían y las mamas dejaban de inflamarse produciendo un dolor/placer horrible? Porque yo supero esa edad…
- Bueno, todo está correcto y siempre has tenido la menstruación dolorosa. Medicándote paliarás el dolor…Aunque claro, también hay dos maneras de no padecer esos dolores, a parte de un masaje en las mamas…
- ¿Masaje? Eso suena bien, pero ¿a quién le digo que me de un masaje?
- Pues te aliviaría…
- Sí, sí, y un audi A3 en la puerta y una casa con enormes cristales para ver el amanecer también.
- ¿Tú quieres disminuir el dolor o suavizarlo para que no te impida hacer vida normal?
- Sí, por favor.
- Pues quédate embarazada continuamente o házte un cambio de sexo…
- ¡No jodas! Mírala ella que bien se lo pasa...
- Es broma, mujer (mientras sonríe tapándose la boca). Te voy a recetar algo para el dolor, y para las mamas…


Y es que lo primero, de momento, lo descarto pero lo segundo…
En días como éstos me lo planteo.

Conversación que se repite una vez al año.
Léase con tono irónico, con un cabreo monumental y con un dolor horrible.
Nota para Julia:
Si no puedes ver el video, se trata del anuncio de Ausonia, ese que sale el niño de los aparatos en los dientes que quiere ir a una fiesta y la madre (supuestamente) le convence para que vaya con una sonrisa...
Nota para el resto (excluído Rayco):
No os asustéis, los efectos de la pastilla y el aburrimiento hacen todo lo demás...
Aileon

martes, 21 de octubre de 2008

Hoy




Hoy las estrellas me acunarán.

Hoy cerraré los ojos pensando en ti.

Hoy acariciaré la oscuridad de tu noche.

Hoy el silencio me acompañará.

Hoy un suspiro enterrará mi verdad.

Hoy mis labios te condenarán.

Hoy mi recuerdo sigilosamente morirá.

Hoy mi vida…no estarás.

Hoy, sólo hoy…
me olvidarás.


Aileon

lunes, 20 de octubre de 2008

Algún día...





Desde pequeña me corre sangre flamenca por las venas…


Algún día sé que me darás todos los abrazos que me debes y yo todos los besos que te pertenecen.


Pero hoy, sigo llorando por ti…

Sé que tú por mí.


Aileon
(n.t.o)

domingo, 19 de octubre de 2008

Felicidades...



Para bien o para mal, hoy este blog cumple un año.

Tengo tantas cosas que decir,
transmitir lo que ha significado este año para mí,
que mejor no digo nada.

Gracias a todos.
Sean felices.


Aileon

viernes, 17 de octubre de 2008

Y ¿qué pasa...?



Y…


¿Qué pasa si me gusta horrores el olor a gasolina?

¿Qué pasa si me repugna que coman y absorban caracoles a mi alrededor?

¿Qué pasa si de pequeña me chupaba las puntas del pelo y me lo cortaban a chico para no tener las puntas secas?

¿Qué pasa si guardo gran parte de las entradas de cine que luego el tiempo se encarga de borrar convirtiéndolas en papel en blanco?

¿Qué pasa si no llevo paraguas porque lo odio por no cumplir su función?


¿Qué pasa si el verbo destripar es uno de mis preferidos?

¿Qué pasa si el insulto que detesto es el de zorra?

¿Qué pasa si no creo en dios?


¿Qué pasa si mi ducha diaria no dura más de 8 minutos?

¿Qué pasa si sólo me como una uva en los doce primeros segundos del año?

¿Qué pasa si me gusta la ropa interior de muchos colores?

¿Qué pasa si odio a los chicos con las cejas depiladas?


¿Qué pasa si el chándal no forma parte de mi vestuario?

¿Qué pasa si me gustan los relojes grandes?

¿Qué pasa si echo de menos ciertas risas en determinados momentos?

¿Qué pasa si jamás me seco el pelo?

¿Qué pasa si me vuelve loca un Audi A3?

¿Qué pasa si ahora me gustan los pistachos?


¿Qué pasa si me gusta acurrucarme entre las sábanas?

¿Qué pasa si mi orgullo es de 24 horas?

¿Qué pasa si en mi casa somos muy cachondos?

¿Qué pasa si me pierdo mentalmente con facilidad?

¿Qué pasa si siempre salgo de casa con la raya de los ojos pintada?

¿Qué pasa si me confunden con mi hermana diariamente?

¿Qué pasa si me gustan las rancheras de Rocío Dúrcal?

¿Qué pasa si Eva Mendes me parece una chica de belleza distraída?

¿Qué pasa si los viernes por la noche me quedo en casa?

¿Qué pasa si los uniformes me excitan?


¿Qué pasa si me acomplejan mis piernas?

¿Qué pasa…?

Pues nada. Todo eso y mucho más, me pasa…


Buen fin de semana,
Un saludo a todos.
Aileon

jueves, 16 de octubre de 2008

Recreándome...


Hoy tengo la tarde libre.
Quiero acción. Nada de romanticismo. Sólo pasión y deseo.
Siempre es un placer verte.
Me apetece verla.


La de la lancha debería ser yo, y no la china.
Y no, no hacen buena pareja ;)

Por cierto, la BSO es genial.
Me da un subidón increíble…


Aileon




El chico de la cama de al lado...





El chico de la cama de al lado…

Viene con la hora justa mientras estoy por los pasillos. Pero siempre aparece ante la amplia sonrisa de su abuela.
Compartimos habitación y, desgraciadamente, la misma enfermedad. Una postrada en la cama, la otra danzando sin rumbo.
Enfermedad que la padece el enfermo, pero que salpica a los que están a su alrededor.
Él se hace cargo de su abuela. En eso está solo. Su abuela lo adora. Él se desvive por ella. Es sangre de su sangre…

Desde hace tres semanas, hacemos turnos para estar con mi abuela. No es fácil. Ella nunca lo ha sido. Ahora menos. Su mente se va por momentos y no regresa. Vuelve, pero no se queda. Huye sin ella.
Sólo camina. Camina a todas horas. Y las horas caminan por ella. Apenas duerme. Sus cuarenta y cuatro kilos aún le marcan el paso. El nuestro se agota en cuestión de segundos…
La llaman la ‘muñequita’. Realmente lo parece. Frágil, como ausente, agarra fuerte mis dedos. Su mirada ya no es lo que era. Ella es lo que ha sido toda su vida. Preguntas y no contesta. La miras y no pestañea. Aún sabe mi nombre. Y el del resto.

El chico de la cama de al lado nos ayuda, me ayuda. Lleva un año en aquellas cuatro paredes. Nosotros aún estamos digiriendo la enfermedad que crece a pasos agigantados. Se sufre, se llora, pero ahí estamos. Y él nos escucha, que no es lo mismo que decir que nos oye. Hablamos. Hacemos reír a mi abuela, y él se ríe. Es serio, tímido pero se le ve a gusto. Se nota en sus carcajadas.
El chico se preocupa por mi abuela, por nosotros y por mí. Conocemos parte de su vida. Su larga vida para su edad. No se la merece, pero no se queja. Sólo quiere lo mejor para sus abuelos, las personas que lo han criado y le han enseñado lo que es la vida, con sus buenos y malos momentos.

Somos los más jóvenes de la planta. Y se nota. En esa habitación se respira VIDA por la que vivir, mientras hacemos feliz a las vidas, sangre de nuestra sangre, que se van apagando poco a poco. Vidas que el tiempo se encarga de quitarles la respiración.

El chico de la cama de al lado, piensa como yo. Y por nuestras abuelas lo que haga falta ante la atenta mirada de ambos abuelos, que no saben muy bien lo que la vida les tiene preparada. Los miro, y están felices al estar al lado de sus mujeres. Ancianos, las miran con ternura. Ellas los nombran, como el que se agarra a un clavo ardiente. Ellos sonríen. Es el aliento que necesitan para seguir viviendo.

Me emociona. Mi abuelo –ahora- se da cuenta de que su mujer no está bien. Sufre. Ahora si sufre. Pero calla estando a su lado. Todos callamos con lágrimas en los ojos.


Desde hace unos días, el chico de la cama de al lado, no viene. El trabajo le impide estar en esas cuatro paredes como cada tarde. Y no tiene a nadie.
La mujer espera guardando su mejor sonrisa para él.Con dolor le digo que no vendrá, y el gesto de su cara cambia de repente. Sufre, como si le faltara algo.
“Tranquila, no se preocupe, yo le ayudo en todo lo que pueda”.
“Gracias señorita, es usted muy amable”.


Hoy estoy cansada. He estado pendiente de las dos.
Se lo debemos. Se lo debo.

El chico de la cama de al lado se merece lo mejor. Sus padres deberían pensar que la VIDA es lo más importante, que las disputas se pueden convertir en sonrisas, y que el dinero es sólo un papel que sirve para comprar cosas. La felicidad de los que más quieres no está en venta. Ni se compra ni se vende. Todavía no…




Nota: el video o la canción que he puesto de Hanna no tiene nada que ver con el tema, sólo que cuando he escrito esta entrada estaba escuchando esta canción. Siempre escribo con los cascos. Y esta entrada quiero recordarla así…


Aileon

miércoles, 15 de octubre de 2008

Una nueva vida...

Para ti,

No sabes la alegría que me da recibir este tipo de noticias. Ojalá todos los despertares fueran así de bonitos y especiales.
Enhorabuena a ti y a Guillermo. Ya tenéis dos princesitas en casa.

He decidido dedicarte esta entrada porque sé que algún día, cuando tengas acceso y las niñas te dejen, lo leerás.
Hoy es un día especial para ti. Te lo mereces.
Te podría decir muchas cosas, pero voy a resumirlo con una simple frase: nunca un zumo de piña me había sentado tan bien. Gracias.
Ya sabes de lo que hablo. Echaré de menos ese zumo y el café.


Enhorabuena y disfruta de tu familia.

Te lo mereces.
Un beso muy fuerte.
Aileon


** Helen y Montse: Mari Carmen ha sido mamá. Ambas están bien.
Ya hablamos. Besos

martes, 14 de octubre de 2008

lunes, 13 de octubre de 2008

...


No estoy triste, pero hoy he tenido un día muy duro.

Miento, una tarde difícil.
Me hubiera gustado chillar en aquel pasillo con olor a viejo y a medicina, pero me he aguantado. No me he vuelto loca, porque aún no he perdido la razón. No me he derretido de calor porque no soy de fresa. Le hubiera dado un par de ostias a cierta persona, pero soy una persona educada. Me hubiera gustado acelerar el tiempo, pero las agujas de mi reloj decían lo contrario. Hubiera desaparecido sin hacer ruido, pero me necesitan. Me hubiera tirado por la ventana, pero sólo me rompería una pierna.

¿Venden dosis de paciencia? Necesito inyectarme por las venas…

Estoy bien, sólo que no he tenido una tarde fácil.

Buenas noches,
Aileon

domingo, 12 de octubre de 2008

Comunicado de Oriente...

Se ofrece Rey Maga’, solamente la 'Melchora', porque no se lleva bien con los otros dos, para repartir a domicilio regalos, que posiblemente no merezcan, a toda vida humana (excepto perros, gatos, cerdos, serpientes, etc.) en la víspera de Reyes o el día de Reyes. Se ruega cumplir estos requisitos, de lo contrario sólo recibirán carbón para el resto de sus vidas. Y sí, es una amenaza.
Léase atentamente antes de descolgar el teléfono y no sean tacaños, que el dinero da la felicidad. Si comunica, vuélvalo a intentar más tarde, que los pajes suelen despistarse desde que a Oriente llegó el Canal Satélite. Y si después de un día intentándolo no le cogen el teléfono, déjelo. No insista. Otro año será.
Los requisitos son:


- Precio mínimo de 60 euros, según regalos y peso.

- Tiempo máximo de 15 minutos en cada casa.

- No tirar de la barba ni de la peluca, que cuesta mucho ponerla.

- La capa no es una alfombra. Eviten pisarla.

- No obligar a los niños ni a los adultos a hacerse fotos con el Rey si ven que los llantos les corta la respiración.

- Recibir al Rey con un pijama o camisón o lo que sea, pero en condiciones, que aunque Melchora viene de Oriente, allí la imagen también es muy importante.

- Ofrecerle un vaso de agua, zumo, cava, o vino, acompañado de pastas porque aunque no venga con camello y la barba la tape, tiene boca y de vez en cuando le gusta tenerla llena.

- Niños, padres y abuelos recibidlo con las manos limpias, porque la blancura de los guantes tiene que mantenerse para el año siguiente. El Rey puede negarse a saludar.

- No tratar al Rey como una especie rara porque, de momento no nos constan denuncias de que haya mordido, aunque no por falta de ganas. Piensen que detrás de la capa, hay un ser humano que viene siguiendo una estrella.

- Eviten esas sonrisitas tontas por parte de los padres. El Rey viene de Oriente y está muy cansado y quiere llevarse una buena impresión, aunque sabemos que es difícil.

- El Rey ofrecerá besos para los niños y nervios para todo el día.

- Las piruletas sólo son para los de la tercera y cuarta edad. Están contadas, así que no abusen. Si pueden compartirla, mejor.

- Se pide la voluntad, aunque con 30 euros el Rey saldrá con una sonrisa.



Pasada esa fecha, no vuelvan a llamar al número de teléfono. Nosotros descansamos el resto del año. El estrés llega a todas partes.
Pórtense como les dé la real gana. Será la única manera de ser felices.

Desde Oriente.
Atentamente,

La Maga


( Este año volveré a ponerme el traje…Merece la pena. Por los niños y por los que siguen creyendo en esa magia. Todo por ellos. Detrás de esa inocencia, ese nerviosismo y esa sonrisa de oreja a oreja, está mi felicidad).
Aileon




viernes, 10 de octubre de 2008

Muévete duro...

Como hoy es viernes,
toca mover caderas
¿Te vienes?





Buen fin de semana a todos,
Aileon

jueves, 9 de octubre de 2008

Y de... ¿te acuerdas?


Esta entrada sólo la puede llegar a entender una persona. Pero la puede leer todo aquel que no tenga nada mejor que hacer. Es una entrada un poco rara. De preguntas y de recuerdos. Me he reído muchísimo escribiéndola. Sé que no es lo mismo vivirlo y escribirlo que leerlo. Aún así, espero que paséis un buen rato. Yo lo necesitaba.
Ahora, por fin, entenderéis la locura que corre por mis venas.


Para Reality, ¿te acuerdas…

…de las conversaciones a altas horas de la madrugada? ¿Y de las carreras de buena mañana? ¿Y del pelo estropajo? ¿Y del Sherman y sus relaciones? ¿Y de nuestros cafés en ‘il caffè di roma’? ¿Te acuerdas de la servilleta? Debo tenerla aún por ahí. Era un pene ¿no?

¿Y la de la bufanda que se tapaba porque tenía calor? ¿Y de la otra que dejó los dedos marcados en la pared? ¿Te acuerdas? ¡¡¡¡ Joder, qué tendría en las manos ¿¿grasa??!!!! ¿Y de esas cenas con calores y con la estufa a toda leche?

¿Y de Rafa? ¿Seguirá de carcelero? ¿Mantendrá su pijama de ositos? ¡Cómo para olvidarlo, el pijama digo!

¿Y de mi esponja? ¿Te acuerdas? Porque míos no eran...

¿Y del viejo? ¿Habrá muerto? ¿Seguirá haciendo pesas?

¿Y de nuestra compañera, la de la bata azul? ¿Qué será de ella? ¿Se mantendrá su bata todavía en pie? Perdí su rastro... ¡la echo de menos, a ella, a su bata y a su mordedura de lado de uñas con el posterior lanzamiento cayera donde cayera! ¡¡Jodó que su tierra no está tan lejos de la nuestra!!
En serio, me veo en ‘El diario de patricia’. Ayyy no no, que ahora tiene otro nombre ¿no? ¿¿De verano?? No, no…si ya estamos en otoño. Bueno si ves este mensaje, llámame….

¿Te acuerdas de la del gato? ¿Te acuerdas de la que pensaba que cambiar era ponerse unos pendientes? ¿Qué será de su vida? ¿Vivirá rodeada de diez gatos? ¿Quince quizá? ¿Algún perro también? ¡¡Eso no!! Que hay que sacarlo a pasear…
¿Habrá dejado de depilarse el bigote con una pinza de la ropa? ¿Habrá sustituido la lengua de gato matutina por una lengua humana o por lo que sea, pero lengua? o ¿seguirá pensando que si un chico la mira es porque está locamente enamorado de ella? Aysss, que jodíaa... (Algún día contaré lo que me hizo, y lo que debería haber hecho yo y no hice)
¿Te acuerdas de mi enfado en aquella cafetería? Sin pelos la hubiera dejado, pero una aún es educada…

¿Y te acuerdas de nuestro lavabo arcaico, que la puerta no cerraba ni encajaba? Bueno, en realidad ¿alguna encajaba del piso? El cristal que era como medio raro, ¿te acuerdas? Yo clara jamás me vi…y ¿tú?
¿Y de la ducha? ¿¿¿Qué decir de ella??? Un pie al menos cabía…Como para meterse dos. Ayy….Sí, sí…se metieron. Las fotos me lo recuerdan. Mejor no digas nada, que ¡¡¡tú eres la implicada!!!

¿Y de los charcos que se producían en mi habitación al llegar la noche? ¿Te acuerdas? Especies raras no vi…pero ¿quién sabe? Yo por las noches dormía.
¿Y de mi cama del siglo XIX? ¡Cómo me costaba bajarme de ella! Subirme ni te cuento… ¡Cómo para llevarme una cita! Bueno ahí me callo…
¿Y de las arañas que habitaban entre colchones en aquel armario que jamás abrí por miedo a lo desconocido y por qué no sabía a donde me llevaría? ¿Te acuerdas?

¿Y de la despedida de todas las noches cada una en la puerta de su habitación? ¿te acuerdas? ¡Qué majas que éramos, sin vicios y con el alma pura!… ¡No como ahora! ¡¡¡¡Unas viciosas de cuidado, menos mal que no son caros!!!!

¿Y del candelabro? ¿Qué habrá sido de él? Yo sigo teniendo las pelotas. ¿Eran dos? ¿Tres? No sé…
Y aquella cristalera ¿Alguna vez se limpió? Yo la recuerdo como el primer día, como desgastada, como con carcoma, como deseando morir. Diciendo ‘mírame y mátame’. ¿Teníamos copas? ¿Qué narices teníamos dentro? Sácame de dudas, ¡por favor!

Y del día que dijo que ella no era nada comercial y se compró ropa del Zara para impresionar al pescadero ¿Te acuerdas? ¿Era real el chico? Nunca lo tuve tan claro. Pescado nunca llevó a casa. Bueno carne fresca tampoco. Quién sabe…Yo por la noche dormía en lo alto y entre charcos y ¿tú? Infórmame, por favor!

¿Y de los tacones de aguja fina en el piso del viejo? ¿Se disfrazaría de mujer tres veces por semana? Sigo pensando en esa teoría. Tacones no se escuchaban por las escaleras…Me niego a pensar que ese hombre hubiese estado con alguna mujer y yo en el piso de abajo. ¡¡Me niego!! Más que nada porque la mujer saldría corriendo, bueno eso si la mierda que tenía aquel suelo no la dejaba atrapada en aquellas garras…
¿Cómo tendría el lavabo? ¿Y las sábanas? ¿Las puertas encajarían? Miedo nos daba ir a pagarle el alquiler por si nos quedábamos allí petrificadas. A suerte… ¿Te acuerdas? Suerte a la de la bata que siempre estaba dispuesta… ¡Aleluya!

¿Y del chico del albornoz? ¿Estabas ese año? No recuerdo. Todas deseando que se le cayese. ¡¡Lástima!! El jodío que bien se lo ponía en invierno, y la toalla en verano. Eso si que era arte…¡¡¡Y no las obras que hay en el Museo del Prado!!!

¿Y de las cortinas? ¿Te acuerdas? ¿Por qué una era unos 15 centímetros más larga que la otra? ¿Tanto costaba ponerlas las dos al mismo nivel? Mejor no me respondas eso…

¿Y qué decir de las lavadoras de la del gato? Porque yo no soy de números pero si la del pescadero ponía una lavadora cada dos semanas más o menos ¿Cuántas bragas salían al día si en el tendedero sólo había 5 bragas? Vale, vale….Pido perdón a los que me leéis que no son horas de hablar de eso. A ti no, que anda que no echamos cálculos de risa...

¿Te acuerdas de todo eso? Dime algo….

Al resto, a los que me leéis, decir que toda crítica será bien recibida, que no era la casa de la Presley, pero tampoco era tan mala, (era una casa y económicamente estaba muy bien) de lo contrario no hubiese aguantado allí tres años. Años que no los cambiaría por nada del mundo. Ya forman parte de mi vida, con buenos y malos momentos.

Ahora lo entendéis todo ¿no? Ahora mi locura tiene justificación.
Y lo más importante,



No es dónde estés, ni cómo estés, sino con QUIÉN estés!


Aileon

miércoles, 8 de octubre de 2008

El círculo rojo...

En realidad retiré esta entrada. Y no sé por qué lo hice. Supongo que todos tenemos días buenos y malos. En mi caso, tengo días malos y menos malos. Buenos, algún día dejarán de ser un recuerdo.
Os pido disculpas por haber retirado la entrada y por mi tono más serio que de costumbre. Y es que, aunque muchos lo duden, no siempre me apetece utilizar la ironía.

Me alegra saber que alguien deduce algo de mis palabras. Esto me da qué pensar, a diferencia del título de mi anterior entrada. Vosotros hacéis que merezca la pena. Sonrío, pero no es lo que siento.
Una vez alguien me dijo que ‘el tiempo es nuestro mayor aliado y pone cada cosa en su sitio’. Jamás lo he dudado, y sigo creyendo en ello, aunque no siempre tenga el valor suficiente en demostrarlo…


He decidido hacer de las dos partes de esta entrada en una sola. No sé si es lo mejor para vosotros. No lo sé.
Pero siento que sea una entrada bastante larga en cuanto a palabras para vosotros y en contenido para mí. De ahí que haya puesto este video que aparece a continuación. Merece la pena también. Entenderé si dejan de leer aquí y se centran en el video. De lo contrario, os recomiendo que pongáis la música; música que retumba en mis oídos como el único sonido capaz de aliviar estos momentos, mientras seguís el camino de mis palabras…
La música ya está en mi interior. Las palabras también. Y ¿tú?…








Ese día no pude conciliar el sueño. El trayecto en tren me pareció más largo que de costumbre. Estaba acojonada. Era mi primer año en la universidad, y un profesor me había hecho llamar a su despacho.

Y es que de veinte matriculados, sólo dos no teníamos nota. Al lado de nuestros nombres había un espacio en blanco. Y siendo el primer examen universitario, me acojoné y mucho. Estuve pensando la hora que duró su clase en qué había fallado, o lo peor de todo, ¿por qué tenía que ir a su despacho? Ni siquiera Espronceda consiguió que me centrara. Mi mente estaba en aquel maldito despacho.

Tenía que salir de dudas, y me dirigí al despacho con el típico cosquilleo en el estómago. Recordé los nervios de la primera vez que pisé aquel pasillo estrecho, donde las palabras se respiraban con sólo mirar a ambos lados. Me armé de valor y toqué con dos suaves golpes en la puerta mientras observaba mi nombre y el espacio en blanco en la puerta de su despacho.

- ¿Puedo pasar?
- Sí, sí…Pasa y siéntate.

Aquello era lo caótico personificado. ¡Qué maravilla! Libros, más libros, cuadernos, archivos, papeles, polvo en la estantería, libros, colecciones, libros, carpetas, libros, polvo, máquina de escribir, libros, cajas, libros, etc. Un caos organizado. No sé el motivo, pero eso me tranquilizó. Quizá porque reflejaba muy bien lo que era y es mi vida.
Un espacio reducido, pequeñísimo, con poca claridad, pero con olor a literatura. A la buena literatura. Menudo olor. Entraba por los poros, y relajaba sin más. Ahí me hubiese perdido para el resto de mi vida sin querer ser encontrada. Respiré profundamente. Y soñé, estando despierta.

- Espera que te quito todo lo que tengo en la silla. Como puedes comprobar tú misma, algún día sin darme cuenta los libros me echarán de aquí. Ya… siéntate, por favor.
- Gracias ( mientras él hacía lo mismo en su sillón negro de piel)
- Bueno Noelia te imaginarás el por qué no tienes nota en tu examen y el por qué estás sentada en mi despacho ¿no?
- No me lo imagino. Usted dirá…
- Tú, por favor… llámame de tú que aún nos quedan muchas clases por compartir…
- Vale (sonreí tímidamente).
- Espera que busco tu examen.


Y sacó de una carpeta un montón de folios medio arrugados. Mientras pasaba las hojas, pude observar las distintas anotaciones en color rojo y sobre todo las distintas letras de mis compañeros, mientras él iba diciendo por lo bajini: a ver,… Noelia,… aquí no….A ver donde estás…Aquí, tampoco…seguro que tu examen será el último (no me extrañaría nada, pensé).

- ¿Qué tal llevas las clases? (mientras seguía buscando mi nombre entre aquellos folios que reflejaban los primeros nervios…)
- Bueno, llevamos dos meses, y todo es nuevo. Compañeros. Ciudad. Todo. Lo peor el horario, porque vengo de fuera, como sola y estoy todo el día aquí, y llego a mi casa muy tarde. No lo llevo muy bien…Pero no me queda otra.
- Pues vaya, si es verdad que el horario no es muy bueno. Os deberías de quejar…Lo otro, ya verás como poco a poco te acostumbrarás.
- Sí. Espero.
- Aquí está. Noelia M.
- Sí, esa es mi letra, mi mala letra.

- ¿Mala? No, mujer…Créeme hay de peores. Lo que si te digo es que tienes que corregir alguna que otra expresión. Pero, en general, bien. No cometes faltas, y eso ya es importante el primer año de carrera, porque ya sabes que si cometes más de tres en un examen, ya tienes el suspenso asegurado. Y en el último año de carrera ninguna falta ya sea un examen de un folio o de diez.
- Sí, lo sé.
- Aunque no todos hacemos eso. No todos somos tan malos…


Con el tiempo supe que tenía razón. Muchos lo hacían y él no era tan malo.
Sonreí, de nervios también.

- Bueno, mira tu examen y luego me comentas.
- Vale.


En realidad me sorprendió a simple vista que, a diferencia de otros exámenes, el mío apenas estaba teñido de rojo. Volví a respirar. Esta vez sin aire. Leí con lectura rápida mi letra en aquellas cuatro hojas para ver el motivo por el cual yo estaba allí sentada, y no tomando un café con mi única compañía en el garito de al lado.

- No hace falta que te leas todo el examen. Mira en la última hoja.

Y ahí estaba la palabra en un círculo rojo. Un círculo fino que destacaba entre la tinta azul de mi pluma. Mi eterna pluma que aún me acompaña.
No me lo podía creer. Yo veía una expresión correcta en cuanto a forma y contenido. Me sonrojé con pensar qué me podía preguntar sobre aquel círculo. ¿Qué había escrito mal? ¿Por qué estaba allí? Se me escapaba de las manos, y me sentí observada por aquellas tapas duras cubiertas de polvo llenas de realidades.

- Quiero que me digas y me especifiques lo que me quieres decir con esa expresión…
- Pues…- tierra trágame, pensé – pues …
- Porque ya sabes que hay muchos tipos de relaciones íntimas, y me hubiera gustado que hubieras especificado la relación que tiene la protagonista con su amante, ¿qué entiendes por íntimo? ¿te das cuenta que Ana tiene mucho más que una relación íntima? Se nota que te has leído la novela y bien. Porque una cosa es leer una novela, y otra muy distinta es leerla bien. Pero a ver, explícame un poco el tema de Ana y la importancia de este personaje en ese tema…

- (Ánimo, demuestra lo que sabes, me dije a mi misma) Lo que siente Ana es un deseo que jamás había sentido y que experimenta por primera vez. Un amor adúltero. Un deseo sexual que no lo puede controlar, ni quiere controlarlo. Sólo quiere poseerlo y morir en ello. Sexualmente obsesionada su vida carece de sentido… Algo nada normal para una mujer marcada por su época.
- En pocas palabras lo has descrito mucho mejor que yo.
- Gracias (ruborizada, mientras el asentía con la cabeza).

- Y ¿por qué no lo pusiste en el examen? En el personaje de Ana no es lo mismo decir una ‘relación íntima’ que una ‘relación sexual’, porque íntima se puede llegar a entender como una relación de amor. Y más en la época en la que está escrita la novela. Un amor de palabras, sin caricias, sin roces,.. Al personaje de Ana le imponen ese amor, y ella se desvive y vive por el carnal, con roces, caricias, piel con piel…
- Sí, es verdad. El personaje de Ana da mucho de sí en el terreno amoroso.
- Sexual…
- Eso…sexual.
- Aquí no es lo mismo. En la vida real no sabría qué decirte. Se confunden tantos sentimientos que se acaba perdiendo el verdadero valor de cada uno. Es una lástima pero es así. Y eso era lo que pedía en esa pregunta. Es fundamental en la novela de Clarín.
- Sí. No lo olvidaré…

- Se nota que eres una buena chica. Me has escuchado sin poner el ‘grito en el cielo’, como otros tantos hubieran hecho. Aunque ya estoy curado de ‘espanto’…De la buena gente, no. Me sorprende.
- No creí que en eso estaba la bondad de las personas, en el grito digo…
- Eres muy joven. Los que suelen escuchar sin gritos de por medio son buenas personas, y muchas de ellas no se lo creen o, aún peor, no lo saben. Con el tiempo te darás cuenta. El tiempo es nuestro mayor aliado y pone cada cosa en su sitio. Recuerda eso siempre, y no lo dudes nunca…

- Sí, …Gracias.

Y sonreí, pero esta vez de alivio.
Salí del despacho, mientras un 9 ocupaba el espacio en blanco al lado de mi nombre.

Aquel día fue el inicio de muchas idas y venidas a ese despacho. Despacho, que como él mismo decía, iba creciendo en cuanto a libros y a decepción. Algún día lo echarán, estoy convencida. Algún día….Y será entonces cuando se dará cuenta que aquellos libros eran su vida.
Ese fue el inicio de una relación cordial entre un profesor, cansado de enseñar sin motivación en los que escuchan, y una alumna hambrienta de literatura.


Nota1:
Y es que para que os hagáis una idea, muy pocos estudiaban esa carrera en esa ciudad y la relación alumno-profesor era de lo más cercana y familiar que os podéis llegar a imaginar, aunque trabajábamos como el que más. El tomar café juntos era de lo más normal, incluso el desearte unas buenas vacaciones o felicitarte por Navidad por e-mail también.

Nota 2: No es una conversación inventada. Es tal cual. El profesor me hizo llamar a su despacho por ese motivo. Como profesor, no destacaba por su docencia, pero te daba la suficiente información para poder conocer la literatura de la época que solía dar. Le gustaba el debatir y sobre todo el conocer nuestra opinión. Continuamente nos recalcaba que siempre debíamos defender nuestras ideas, lo que pensáramos, aunque no fuera compartida, pero defenderla a muerte y con argumentos, más que darnos la charla sobre cualquier tema de literatura. Según él eso ‘lo podíamos encontrar en los libros, y lo que opináramos nosotros no’. Y que razón tenía.

Nota 3:
Aprendí la lección de aquel círculo. De todo aprendo. Me enseñó algo que no ha estado, ni está ni estará nunca escrito en los libros. Y ahí es donde está la verdadera esencia de las cosas. Por eso merece la pena luchar.
En la actualidad, sigo estando hambrienta….

De literatura también.

Muchas gracias,
Noelia M.

martes, 7 de octubre de 2008

No pienso, me niego a pensar...

¿Alguien leyó la entrada de ‘el círculo rojo’?

De entrada, os pido disculpas. Bueno he puesto alguna que otra esta tarde, y es que hasta el respirar no sé si es lo correcto.
Ayer muchas cosas se me pasaron por la cabeza, y lo quité sin pensar que posiblemente alguien lo hubiera leído.
Si es así, y os interesa lo volveré a poner. Y sino pues nada. En mis archivos, como otros tantos escritos, se quedará.


*Julia, gracias
Ya te he contestado en la entrada de 'ámame'


Aileon

sábado, 4 de octubre de 2008

Hablando de eso...



- Noe, nos vamos…por cierto, te dejaste la luz encendida.
- ¿Así? Ni me enteré.
- Sí.
- ¿Ya os vais? ¿qué hora es?
- 8:30
- Ya me levanto.


Sola en mi casa, con mi pantalón de payaso, una camiseta blanca de tirantes y mis zapatillas nuevas, cojo una manta y me dirijo al salón con intención de prolongar mi preciado sueño en mi ansiado sofá. ¡Qué calentita estoy!, pienso. Cualquiera se pone a hacer la faena, ir a comprar y luego ir a la clínica. Un ratillo más, pienso. Me doy media vuelta y enciendo la tele.

Canal Odissea. Como se nota que por la noche la última que vio la tele fui yo. Y es que el tema animal me parece de lo más interesante incluso, a veces, más que el humano. Pues bien, medio dormida lo primero que escucho es…

“Este programa contiene imágenes que pueden herir su sensibilidad”

Y aparece en toda la pantalla el órgano femenino en todo su esplendor (en un primer momento me ha impresionado, joder visto así, y recién levantá…)

“El clítoris: el órgano del cuerpo de la mujer que sirve únicamente para proporcionarle placer”

¡Coño!, nunca mejor dicho, pero ¿esto qué es? Bueno sabía lo que era pero, quiero decir, a esta hora de la mañana lo pueden ver niños y ancianos de la tercera y cuarta edad. Y no es que puedan herir la sensibilidad, más bien los pueden dejar K.O, sobre todo a los de la cuarta edad.

Total, que ni faena (luego la he tenido que hacer corriendo), ni comprar, ni nada, porque me he quedado la hora que ha durado el reportaje con la mirada puesta en la pantalla de mi televisor. Y es que he pensado, quizá me interese ya que yo de eso tengo…

Primero han hecho una pequeña historia sobre el órgano femenino con los diversos estudios que se han llegado a realizar a lo largo de los siglos. Y todo eso con imágenes, fotos, videos, cuadros de pintores, dibujos, etc. Todo con pelos y señales.
Más pelos que señales…
Nada sorprendente. Que si era portador de enfermedades, que si era pecado tocarse, que si lo tenías grande era como tener al mismísimo diablo entre las piernas, entre otras opiniones de mujeres que han investigado o estudiado sobre este tema. Destacar que no ha salido ningún hombre en lo que ha durado el reportaje. Bueno sí, uno…pero tenía cara de mujer. No sé. A veces, se equivocan poniendo nombres, y lo que resulta que era un hombre en realidad es una mujer o viceversa. O yo que sé…lo mismo aún no estaba despierta del todo.

El 30% de las mujeres tienen orgasmos en el acto sexual. ¿Tantas? Ayy, perdón!!! Me he propuesto ser objetiva en este tema. La mujer justifica que el resto es porque tiene algún que otro problema. ¡No jodas! Habría que ver la cara de la dueña de esas palabras. A saber cuantos problemas tendria ella...
Ayyy, perdón. Tengo que ser objetiva.

¿Me dejas tu clítoris? Es lo que se supone que preguntarían para investigar como reacciona este órgano. ¡Pobre chica! Salía de cada sesión acalorada y excitada. No me extraña!!! Y todo para mirar su flujo sanguíneo mientras le ponían a la chica escenas eróticas o películas pornográficas. Claro, guapa, ¡qué te creías! Normal, eso no es como cerrar los ojos y ya está.
Y la experta en el tema diciendo que había tenido un orgasmo sin la protagonista darse cuenta.

Joder, eso si es jodido; si dicen que sólo un 30 % tienen y encima los tienes y no te das ni cuenta….Ayy, perdón. Objetiva, Aileon. Objetiva, que te pierdes…
Y es que con solo una imagen erótica el flujo sanguíneo de la mujer se dispara a una velocidad extraordinaria sin que la mujer lo sepa. ¿Seguro que no se da cuenta? Ahí, discrepo….pero ya me callo!

En el caso de las chicas, para que una mujer sienta placer se tienen que poner de acuerdo cerebro y órgano genital. En el caso de los chicos, no! Jajajaj Ahh, pero ¿tienen cerebro en esos momentos? Eso si que sería el descubrimiento del siglo… Perdón, perdón…Objetividad!!!!

Para finalizar, según el interesante reportaje ‘todos necesitamos orgasmos porque somos seres profundamente sexuales y el ser humano tiene que conocer su órgano genital - y yo añado, el del otro- para proporcionarle el mayor placer habido y por haber”

Conclusión (siempre la hay):
Me ha parecido un reportaje interesante en cuanto a la historia del órgano femenino, y el enfoque pedagógico sobre dicho tema. Pero, sobre todo, porque me he enterado de cosas que yo no sabía ¡¡¡a mi edad!!!!...

Total que me he ido a la clínica, pensando que yo no tenía una vulva ahí abajo, sino un mundo entero por descubrir….

Buen fin de semana,
Aileon

viernes, 3 de octubre de 2008

Ámame...





A veces el Viaje más largo
es la Distancia entre dos Personas


Aileon

jueves, 2 de octubre de 2008

Nuevos horizontes...



Sigo pensando, como dicen que todavía es gratis, y pienso que mi tiempo en este mundo aún no se ha acabado. Ni paralizado. Ni caducado. Ni fulminado. Todavía no ha llegado mi hora.

Por ese motivo, entre otros, voy a buscar nuevos horizontes con los que deleitarme, discrepar, reír, pensar, llorar, entre otros verbos. Pero, sobre todo, buscaré horizontes que vuelvan a dejar huella en mí.


A los que se han ido y no han vuelto con el tiempo. ¡Un saludo!

A los que se han ido y espero su regreso. ¡Os echo de menos!

A los que se han ido de forma repentina sin despedida. ¡Os deseo lo mejor!

A los que están como si no estuvieran. ¡No me olvidéis!


A los que me siguen y no comentan. ¡Espero no haceros perder el tiempo!

A los que me siguen y me son fieles. ¡Cómo se nota que no tenéis nada interesante-mejor que hacer!

¡¡¡Nooo!!!…Se merecen lo mejor.

A los fieles, a los que me seguís… ¡GRACIAS!
Y que sepáis que
“no os abrazo, simplemente, porque no llego…”

Aileon
Foto de mi reloj.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Olor a café...








Fuera, tras el cristal, dudaba si entrar. En su interior, los pensamientos estaban claros, transparentes. Se acercó al cristal, marcado por las gotas de lluvia del día anterior, con intención de observarla desde la distancia. No pudo evitar pensar en el día que sus miradas se cruzaron. Hoy está más guapa que nunca. Pero ¿qué estoy haciendo?, pensó.

Sola, con la mirada fija en aquella triste y deteriorada mesa de cafetería, no podía disimular su nerviosismo. Sabía que el sabor de aquel café sería el más amargo de su vida. Y, posiblemente, su último café. Lo veía en sus ojos, distantes y ausentes, agotados por la rutina. Todo lo que les había unido, se esfumaba como el humo de su cigarrillo…

Cigarrillo que él apuraba antes de entrar. Con el chirrido de la puerta, ella levantó la mirada, que tanto le enamoraba a él. Debo ser fuerte, pensó. Él sabía que pensaría eso mientras se dirigía hacia la última mesa, tras pedir un café solo en la barra de aquella cafetería con olor a café…

Café que apuraban sus labios, sellados por su dolor. Ambos se miraron sin saber qué decir. Querían decirse tantas cosas que desean hacer todo lo contrario. Ahora dudaba de sus pensamientos, y estaba seguro de haber entrado. Se bebió de un sorbo el café y respiró profundamente.


- Tenemos que hablar- en realidad lo que quería era abrazarla - Creo que…
- Mira – dijo antes de que él acabara la frase- todo esto es absurdo. Yo no quiero hablar más. Sólo hablamos, y hablamos…Las palabras no me sirven, tus palabras no las quiero oír.
- ¿Así sin más?
- Sí.
- Yo no quiero hacerte daño.
- Lo haces mirándome fijamente.
- Pero… - aquel 'pero' le dolió en el alma- Si es lo mejor para los dos…
- Sí mentía- No lo pongas más difícil…
- ¿Te puedo decir algo? preguntó con brillo en los ojos- Por favor, escúchame…
- Sí, claro deseaba un 'te quiero' de sus labios que sabía que nunca llegaría -
- A ver…como te lo digo,…pues….quiero que sepas que ella no tiene nada que ver con esto.

(Ella negó con la cabeza mientras bajaba la mirada. Lo sé, pensó)

- Pues nada, ya está todo dicho… - afirmó con una entereza que le sorprendía a ella misma- Todo tiene su fin, y el nuestro estaba escrito mucho antes de que nos conociéramos – y se levantó mientras se colocaba la chaqueta que tanto odiaba él y tanto le gustaba a ella-.
- Me duele que digas eso. ¡Espera! dijo mientras buscaba su mano- Espera -suavizó el tono de su voz- Espera, no te vayas…
- Déjame… - mientras hacía el amago de dirigirse hacia la puerta con tal de no volver a ver aquella maldita mesa-.
- Por favor, no te vayas así…Yo…Nosotros...
- Déjalo...
- ¿Te vas sin decirme nada? - deseaba un 'te quiero' de sus labios que sabía que nunca llegaría- Por favor, siéntate…
- No. Y tienes razón, tengo algo que decirte. El café que te has tomado ya está pagado…

Y se fue. Sin mirar atrás. Sin lágrimas con el corazón en mil pedazos. Sin volver a pisar aquella cafetería. Y odiando el café solo para el resto de su vida…



Aileon