miércoles, 30 de diciembre de 2009

ReSisTiré



Estoy de un sensible
que no está escrito en los libros,
ni en el firmamento.

Feliz salida y entrada de año
a todos los que seguís este blog.

Cuídense,
Aileon

jueves, 24 de diciembre de 2009

Lo mejor





Lo mejor que puedes hacer en la vida es creer en ti y dudar en cada momento. Será la única manera de estar convencido de lo que haces y si merece la pena.

Lo mejor que pueden hacer los demás con tu vida es ponerse un esparadrapo -de farmacia mejor que son más buenos- en la boca y quitárselo sólo para respirar. Y, a veces, ni eso.

Aileon

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Ni para pipas...



Consecuencias, escarmientos o simplemente baja en defensas, estoy y me siento fatal. Me duelen hasta las pestañas. Creo que acabaré así el año…





Espero poder empezarlo así…






Por cierto,
felices fiestas y todo eso.

Aileon

jueves, 17 de diciembre de 2009

La 401






Voy a quitarle hierro al asunto, porque hay que llevarlo lo mejor posible e intentar sonreír, aunque no es fácil, e intentar que el ánimo no decaiga. Y ya está. No hay más remedio.


Ella está en la peor planta, en la que no están bien mentalmente. Con deciros que entrar, entra todo el mundo, pero para salir tienes que poner un código. Algunos son agresivos, otros duermen todo el día, otros chillan…Como es el caso de mi abuela. Chilla a todas horas, llora, no abre los ojos, no duerme, ve niños, hombres de negro,…Y todo eso chillando, sin ni un minuto de descanso. Ya no saben que medicamento darle para tranquilizarla un poco. Hace poco nos llamaron y nos dieron un gran susto con tanto medicamento. Su cuerpo está relajado, pero su mente no. Trabaja a todas horas. Y para colmo no come, o casi nada. Cierra la boca y si encima la comida se la tenemos que dar con una jeringuilla, la cosa se complica.

Ayer fui a darle la cena a mi abuela en la clínica donde está para la recuperación. El día que no puedo ir, va mi madre y el día que ella no puede, voy yo. De todas formas nos han aconsejado que no siempre vaya la misma, porque allí es para acabar desquiciada, desesperada y completamente ida de mente (no me gusta la palabra loca. Tengo mis motivos). Así que entre mi madre, una señora que va los fines de semana y yo pues nos vamos apañando. El problema vendrá cuando nos digan que está recuperada (de la cadera porque de la mente ya no) y que no la pueden tener allí. Y sin plaza en una residencia, como comprenderéis no estamos dispuestos a pagar 2000 euros cada mes (sí, sí, habéis leído bien) porque así la dejarían un tiempo más allí. Yo no he ido a las citas pero vamos, eso si es de locos porque dicen que no hay plazas, pero si pagas sí. Y nada menos que esa cantidad, joder…Y pueden duran unos meses como muchísimos más. Y mi abuela tal como está es imposible tenerla en casa. Ya no.

Pues bien a lo que iba, ayer como otras tantas tardes llegué al centro. Nada más entrar ya supe que pasaría un calor de mil demonios. La ropa que llevaba no era la adecuada. Nada más entrar una mujer me coge de la mano y me dice que no sabe donde está su habitación. Se lo digo a la enfermera y me dice que no le haga caso (cada vez que salía de la habitación me decía lo mismo). Paso por el comedor donde están todos ahí, cantando villancicos y me dirijo hacia la primera habitación donde está mi abuela. La 401. Ya la oigo de lejos. Esta vez chilla llamando a mi padre. Menos mal que mi abuela está sola en la habitación. Entro y la que chilla soy yo. Contenta por verla. Aunque su mente aún no ha regresado...
...



Le quito la barrera para poder acercarme para darle un beso mientras le acaricio la mano que sujeta fuertemente contra su pecho un peluche de mi sobrino (como se lo quites se pone peor). Ni siquiera abre los ojos. Sigue chillando, delirando mientras le digo que fuera hace mucho frío, y que ojalá nevara. Ojalá.

Quedan 15 minutos para la cena. Me siento en la silla y la observo. Esta vez no entiendo lo que chilla. A los pocos minutos reparten la cena. Entre los chillidos que se me meten en la cabeza, la gente que cantaba los villancicos y encima mal, y el calor que hace…ufff!

La comida se la doy como puedo, porque no traga. Y con la jeringuilla es difícil saber cuando hay que parar, cuando tiene la boca llena. Yo venga para dentro, pero claro, como dice mi padre, no le metas tanto que las vas a ahogar, ufff. Y ella cerrando más la boca y yo cabreada para que la consiga abrir algo y de lado, ya que la comida se la tengo que poner por el lado. Y yo unas calores que ya no me puedo tirar más para arriba el jersey…Venga, yaya, ahora el yogur que a ti te gusta mucho. Vaya si le gusta.

Absorbo con la jeringuilla el yogur de coco y cuando iba a dárselo ¡¡¡¡zas!!. No sé que narices hice que salió todo disparado. Normal, si esa jeringuilla va muy dura…¡¡¡Ala!!! Por mi jersey, sábanas, suelo…Hasta por las paredes porque mi padre cuando vino dijo ¿Qué es eso blanco de la pared? ¡¡Qué horror!!! Ahora la que chillaba era yo, y me dio la risa. Normal en mí. Me suele dar la risa. Y si me daba la risa me entraba más calor. Uff, que manera de sudar. No podía parar de reír. Menos mal que estaba sola. Menos mal… Es que daba muy mala impresión y se notaba muchísimo sobre todo en las sábanas. Gotas blancas, semitransparentes por todos lados. Ya me veis cogiendo las toallitas y pasando por todos los lados el dichoso yogur y un olor a coco que tiraba para atrás…. Y lo peor de todo es que mi abuela tenía la boca abierta. ¡¡¡Ahora ¿No??!!! Qué ya no había yogur!!!! Ayyyy, yaya, yaya...

Y lo curioso es que ¡¡¡joder!!! con la poca cantidad que hay dentro y lo mucho que se ve cuando se desparrama fuera…


He intentado quitarle hierro al asunto o hacer de tripas, corazón. Es lo mejor. Porque hay que llevarlo lo mejor posible e intentar sonreír, aunque no es fácil, e intentar que el ánimo no decaiga. Y ya está. No hay más remedio.


Aileon


martes, 15 de diciembre de 2009


Aileon

Es mejor dormir que soñar...






Desde hace días me quedo dormida en el sofá. Y eso que el sofá no es nada cómodo. No sé, en la cama sólo hago que dar vueltas, vueltas y me pongo nerviosa. Muy nerviosa. Hasta le estoy cogiendo manía. Cuando me pasa eso, me trae muy malos recuerdos. Me niego a medicarme para dormir. Ya lo hice en su día por obligación médica, y no quiero que se vuelva a repetir. En cambio, en el sofá apago la luz con el único reflejo del televisor y ahí poco a poco voy cerrando los ojos...

Me niego tantas cosas, que acabo por necesitarlas más que nunca.

Aileon

jueves, 10 de diciembre de 2009





Hoy al ir a ver a mi abuela he preguntado por una señora que estaba con mi abuela la primera vez que la ingresaron. Me extrañaba no verla en aquel sitio donde podía ver quién entraba y quién quería salir, donde observaba todo aquel que iba a visitar algún enfermo. Menos a ella. Nadie iba a visitarla. Quizá la habrán cambiado de planta, he pensado. Como tantas otras veces, no he acertado. La señora Carmen murió.

Me ha dado mucha pena. Sigo pensando mientras observo la fotografía de ella junto a mi abuela. Ambas sonríen. Una señora encantadora, de 95 años y con una mente que seguía con nosotros y no como la de mi abuela que se va y no regresa. Ya no. A veces sí. Una señora que siempre me cogía de la mano cuando iba a verla, con una mirada… A veces es mejor perder la memoria. Ya lo entenderás, me decía constantemente.Estaba sola. Sin hijos ni familia. Sola.

Una lástima. Una noticia que me ha entristecido, porque no se trata de que alguien sea de tu familia para sentir y sufrir su pérdida, o de tener un gran cariño o una enorme afinidad, nooo. Se trata de tener un poco de humanidad, y a mí eso si me duele en el alma. Una bellísima mujer, marcada por la soledad, donde su último suspiro desapareció como la brisa que entra por la ventana. Sin molestar ni hacer ruido.

Hoy tengo el día sensible, y ya son muchos...

Aileon

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Toc toc...no preguntes que soy yo

Desde el primer Érase una vez hasta el último Y vivieron felices se han narrado multitud de historias sobre un ser espantoso que aparece en la oscuridad y pronuncia cinco aterradoras palabras…

“Dicen que habéis sido malos…”


N. M.


¿Para cuando mi anuncio? O por lo menos yo no lo he visto. Muchos juguetes, muchos turrones, pero mi anuncio no aparece. Me niego a vivir una navidad sin él. Es como el calvo de la lotería. No lo pueden quitar. Reivindico desde aquí que lo pongan. He dicho. Es al único famoso que me entran ganas de abrazarlo por detrás.



Aileon

viernes, 4 de diciembre de 2009