miércoles, 18 de junio de 2008

Revivir...


Desde que mi abuela salió de la clínica, cada tarde voy a su casa para estar con ella, y de paso le limpio la casa, ordeno, organizo, tiro cosas inservibles, pero sobre todo….cada tarde me reencuentro con una etapa casi olvidada de mi vida.
No hay día que no regrese a mi casa con una sonrisa en los labios, por haber descubierto algo ‘mío’ que la memoria y el tiempo se había encargado de olvidar.

Entre polvo acumulado, sábanas medio blancas, y olor a cerrado, he empezado a abrir cajones, y armarios: ropa, figuras, cuadros, libros y….¡¡¡sorpresa!!! Un cajón repleto de carpetas…ohhh, mis carpetas, llenas de hojas con mi mala letra, ¡¡qué maravilla!!
Las he reconocido de inmediato, y me ha invadido un sentimiento de recuerdos, de melancolía, de vivir de nuevo aquella época arrinconada por otras posteriores…

Emocionada por revivir algo de mi infancia, he empezado a abrir carpetas.
Carpetas de los osos amorosos, de Heidi, de Dartacán y los tres mosqueperros, carpetas forradas por los NKOTB (mi grupo favorito en aquella época, que por cierto, estaba enamoradísima de Jordan, ¡¡jolín, aún me acuerdo!!!!).

Pues entre esas carpetas, una me ha emocionado hasta tal extremo que la he cogido y me ido a un pequeño patio que hay, con intención de saborear cada letra escrita. Sentada, con una tarde agradable rodeándome, he empezado a leer…

Toda una libreta de puño y letra. Sí, de mi feísima y mala letra. Toda una libreta de pensamientos, frases, sueños, poesía…Libreta que escribí con quince años, y que recuerdo como algo especial.
He estado una hora leyendo, recordando y reencontrándome conmigo misma. He descubierto a una jovencita que soñaba despierta más que dormida, a una jovencita que vivía el amor de una forma especial, y sobre todo, a una jovencita que ya ‘destripaba’ todo lo que llegaba a sus ojos.

Con quince años…creía en mí. Ahora…no creo en nadie.

Nota:
Me gustaría poder compartir esas palabras con vosotros. Como me es imposible, me limitaré a poner alguna que otra frase o poesía que, por lo menos, a mí me han hecho mucha gracia…


La tormenta es la
calma en movimiento


Tus ojos la noche
Tus pecas las estrellas
Tus labios la luna
Tu cuerpo la arena
Déjame mirar la noche
Tocar las estrellas
Besar la luna
Y dormir desnuda en la arena.


Ayer rebuznaba un burro
Delante de mi ventana
Además de llevar pantalones
Llevaba tu misma cara.

Un ángel bajo del cielo
Para pintar tu hermosura
Pero al ver tu cara dura
Se le secó la pintura.

Los hombres creen que
El paraíso está en el cielo
Sólo los ángeles saben que
Está en la tierra.

La belleza sin talento
Es como una veleta sin viento

Triste es llorar
Triste es sufrir
Pero más triste es acordarse
De quién no se acuerda de ti

En la época de los romanos
Como no existían condones
Con tripas de salchichones
Follaban los muy cabrones


¿¿¿He dicho que he vuelto???

Aileon

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola aileon,me alegro de tu vuelta,te echabamos de menos ya

Que bonito es recordar el pasado,yo tambien escribi mi pequeño diario quando tenia 17 años y siempre que lo vuelvo a leer me pasan unas sensaciones dificil de explicar con palabras,pero que tu por lo que veo tambien las sientes,son pequeños grandes tesoros que por nada del mundo venderiamos

En lo de no fiarte de nadie mas,que puedo yo contarte,la vida da muchos palos,pero siempre habra personas que estaran a tu lado y de las que te podras fiar siempre,es curioso yo muchas veces pienso como tu,pero luego me doy cuenta de que siempre hay alguien con quien puedes confiar

Un abrazo y a revivir mucho :)

Aileon dijo...

DAVID,
Sí, la verdad es que recordar el pasado de uno, sobre todo si nos remontamos a un pasado muy 'pasado' jeje,al estar frente a él, tienes una sensación muy agradable.

Con quince años, creía en mí, y en todos los demás. Ahora no, lo siento. No sé si la vida misma me ha hecho desconfiar o gente que confiaba me han decepcionado tanto, que ya de nadie me fío.

Siempre hay alguien que está ahí,eso seguro, pero aún así no hay que bajar la guardia.

A revivir se ha dicho, y cuídate!
Otro!

Julia dijo...

Me alegra la vuelta a casa de tu abuela.
Me imagino que, ambas, os sentís felices por ello pero creo que, sobre todo, os sentís felices de haber compartido con tanta dulzura, con tanto amor esos duros momentos.
Sé que las personas mayores atesoran un montón de recuerdos en multitud de pequeñas cosas a las que nosotros no damos importancia, por eso, debemos tener mucho cuidado cuando nos deshacemos de algo suyo.
Veo que has encontrando tu yo de hace tiempo y creo percibir que encontrarte a esa edad te ha hecho feliz.
Es posible que tu abuela, de una forma inconsciente guardara esas carpetas para que tú, un día las reencontraras y descubrieras lo que al parecer has descubierto, tu yo de quince años.
Un beso para ti y un cariño para tu abuela que, como todos los abuelos, son personas muy especiales para sus nietos porque atesoran toda la sabiduría de los años pero al mismo tiempo son capaces de entregarnos un amor y una imagen de la vida que sólo ellos saben comprender.

Julia.

Aileon dijo...

JULIA,
Gracias por tu comentario.

Cada tarde es como reecontrarme conmigo misma, y la verdad eso me da muchos ánimos, sobre todo recordar cosas que la mente se había encargado de olvidar.

Tienes razón, mi abuela todo lo guarda (bueno lo guardaba, ahora ya no,... pobrecilla, con lo que le gustaba), y yo creo que era para que nosotros pudiéramos acceder a todos esos recuerdos que marcaron las diferentes etapas de nuestras vidas.

Me arrepiento de no haber encontrado 'mis cosas' años atrás para así preguntarle a mi abuela muchas más cosas que deben estar por ahí guardadas. Preguntarle todo lo que ahora su memoria no recuerda.
Que por cierto,yo le digo que su memoria se ha ido de vacaciones y que algún día volverá y si no vuelve, que no se preocupe que ya estamos nosotros para ser su memoria y lo que haga falta...)

Recibo ese beso,gracias!

Un abrazo