jueves, 6 de diciembre de 2012

Aileon no volverá...


No sé si es buena o mala noticia, pero definitivamente voy a cerrar este blog. Mejor dicho, privatizarlo sin invitar a nadie ni actualizar entradas. Lo privatizo porque borrarlo me parecería lo peor por mi parte por todos aquellos que os habéis pasado y le habéis dedicado parte de vuestro tiempo. Además, aquí, tengo direcciones de blog que por supuesto no quiero perder.

Las cosas tienen su medida justa y seguir actualizando, por mi parte, es poner continuamente fecha de caducidad. Y no quiero que este espacio que cree con tanta ilusión y tantos buenos momentos me ha dado se convierta en eso, en algo absurdo, obligado y con fecha de caducidad.

Con lo que conlleva el cierre del blog creo que es lo más correcto. Inicié una etapa que ahora cierro con cierta tristeza. Aileon desaparece. Queda para mí, y en mi recuerdo cada vez que abra este espacio.

Lo bueno y lo positivo es que en cuanto pueda crearé otro blog, con otro título, otro nombre y desde cero. No sé si muy diferente a éste, no lo sé. Todo se andará. Aunque quizá lo privatizaría.

Con ello quiero decir, que aquel que siga queriendo leer mis historias a través de email le enviaría la nueva dirección del blog.

Siempre estaré eternamente agradecida por todos aquellos que os pasabais a menudo y seguíais mis historias. Gracias a todos ellos, en especial a unos cuantos que me hicieron estos años, desde que inicié el blog, la vida mucho más agradable. Gracias a todos!

Un beso y un abrazo.
Aileon


domingo, 21 de octubre de 2012

...sencillamente no puedo parar de pensar en ti


(...)

- Estoy en Barcelona. ¿Te apetece tomar un café? Sé que hace tiempo que no sabemos nada el uno del otro, pero quiero verte. Dime día y hora, yo elijo el sitio.  Ya va siendo hora que tengamos esa conversación que durante tantos años hemos intentado evitar...Si no respondes a este mensaje, lo entenderé perfectamente.Un beso!

Últimamente hay días malditos. Ese día, no. Es el único día en que los nervios se apoderan de mí. Hoy sigue lloviendo como ayer. Estoy en el coche mientras escucho como la lluvia golpea suavemente mi coche. Apenas veo más allá, pero distingo vagamente el sitio donde hemos quedado. Un lugar especial, sin duda. Tiene buen gusto. Sonrío tímidamente, mientras apoyo suspirando ambas manos en el volante. Llego con mucha antelación, y el tiempo pasa lentamente. Mis piernas no paran de moverse, y creo que ya no me quedan uñas para moderme. Fuera, llueve con más fuerza. ¿Qué hago? ¿Debería salir del coche y esperar dentro? ¿O dejar que sea él quién entre primero? No sé que hacer. Hace tanto tiempo que no lo veo, que sólo recuerdo lo que sentía a su lado. ¿Tendrá el mismo corte de pelo? ¿Habrá cambiado su forma de vestir? ¿Seguirá siendo aquel chico tímido, introvertido que le costaba mantener la mirada? ¿A qué se dedicará? ¿Seguirá viviendo en la misma ciudad? ¿En la mismo piso? ¿Se habrá casado? ¿Tendrá hijos? No sé, no paro de hacerme preguntas. En menos de diez minutos salgo de dudas. Estoy nerviosa, me sudan las manos,...miro el móvil.

-  Espero que la lluvia no te haga darte a la fuga (risas). Hasta ahora.

Es alguien especial. La primera vez que coincidimos éramos apenas unos adolescentes. Él hizo su vida, yo la mía. En cambio, siempre estuvo en mi mente, en mis pensamientos. Lejos uno del otro, dejamos pasar el tiempo.
Ahora, con cierta madurez, experiencia, y forma de ver y sentir la vida, es ésta la que de nuevo, y de forma inesperada nos ha puesto en contacto. Mañana vuelve a su ciudad.
No puedo más. Sin pensármelo dos veces, cojo el bolso y salgo del coche a paso ligero para que la lluvia me deje lo menos empapada posible. Me quedo en la entrada mientras observo como ahora llueve con muchísíma intensidad. Dentro suena esta canción...


Intento secarme las gotas de lluvia de la cara mientras miro el reloj. Faltan cinco minutos. La canción, casi a punto de finalizar, me hace respirar profundamente. Mientras miro mis botas mojadas por la lluvia, y me recojo el pelo hacia el lado derecho, siento que alguien, más nervioso que yo, que llevaba ahí desde hacía una hora, me dice algo al oído...


(...)


Nota:
Un fragmento extraído de una gran historia que empecé a escribirla hace muchísimo tiempo. Es 'la historia que empezó por el final'. Inspirada en alguien. Dedicada a otra persona.

Aileon

 

viernes, 12 de octubre de 2012

Ellas








Llueve.
Sigue lloviendo.

Nada es lo que parece. Mientras, la lluvia no cesa.

Tal día como hoy no puedo evitar recordar, ausentarme, apoderarme de la melancolía, y preguntarme algo que me acompaña desde hace meses. ¿Por qué? Me entristece el pensar que nunca sabré la respuesta. Me hace sentir culpable. Dañina. Con el paso del tiempo me doy cuenta que ya no me siento, SOY. Lo sé. Los hechos me lo demuestran día tras día, en los importantes.

El círculo se estrecha a mi paso, en mis huellas. Mis pensamientos, en mis palabras. En ellas me refugio, ellas me escuchan, lloran...conmigo, a mi lado. Son mis eternas confidentas, saben parte de lo que siento, y pienso. Me escuchan aún cuando no tengo nada que decir. Son fieles y permanecen en el anonimato. Así debe ser. Ellas y yo. El resto va y viene, dejando tras de sí una huella imborrable, o una herida abierta que sabes que jamás cicatrizará.

(...)

Aileon


miércoles, 3 de octubre de 2012

El principito de las siete mentiras



El principito del reino que nunca existió.
No tiene palacio, ni corona.
Tiene aires de don nadie, una capa de almidón.
El principito nadie ama, aún creyéndose el mejor.

Abre los ojos, principito.
Valora a los que tienes a tu alrededor.
Que el día menos pensado
Se quema tu caballo de cartón.

No lo entiendo,
Se pregunta el muy guapetón.
Si cuando me miro en el espejo.
Me sonríe el mejor.

Deja de soñar, principito.
Que tu reflejo es aún peor.
Simplemente te aconsejo
Que utilices la razón.

Espero que no tropieces nunca
Ni necesites curación.
Porque mirarás para ambos lados,
Esperando salvación.

Ni una mano amiga,
Ni un hombro donde llorar.
Estarás solo en la vida.
Siendo tú el único en tu funeral.


Aileon

domingo, 16 de septiembre de 2012

Aquel




Cómo empezar esta entrada...

Es muy simple, y compleja a la vez. Es como el cuento sin fin, como aquel que oculta realidades, que huye de las cicatrices en el tiempo. Aquel que no es espina, ni papel ni cartón. Aquel que tiñe el cielo de sueños, de nubes que cabalgan entre escalofríos y miradas. El que acuna las estrellas- con alas rotas- del recuerdo y del olvido. El que escucha, grita...Ama. Aquel que destapa la caja de la ilusión, aquel que no vive de los momentos, sino del aquí y ahora. Aquel que escucha su voz, aún sabiendo que hay palabras que no están escritas. Aquel que cierra y abre los ojos, anclado al pasado. Aquel que llora, siente,...Aquel que tiene la útima pieza del puzle. Aquel que observa ver las hojas caer, aquel que sin tinta en los dedos, huye de...

....ella. Absurda cenicienta.

Aquel que respira -sin alma- donde nadie habite, aquel que aparece y desaparece sin dejar huella, aquel que pregunta sin tener respuesta, aquel que lo resume en una sola palabra...

Vive y deja vivir.

Aileon


lunes, 27 de agosto de 2012

Una rosa blanca vela por mí...






Todas las lágrimas las eché junto a ella en vida, una vez fallecida...no solté ni una. Sentí paz al saber que ya no sufría. Murió rodeada de su familia mientras yo le acariciaba el pelo y le decía que estábamos todos allí, junto a ella.

Hoy hace cuatro meses que murió mi abuela.

Todo lo duro, complicado, difícil de soportar y sufrimiento lo tuvimos en los cinco años que duró su enfermedad, una enfermedad muy dura, para los que la padecen y los que están a su alrededor. Una enfermedad que sin duda si en su día no nos mató, nos hizo más fuerte - a todos-.

Ha pasado ya algún tiempo y no hay ni un sólo día que no me acuerde de ella, ni semana que no vaya al cementerio con mi abuelo, y mi madre. Sé que esté donde esté, ya no sufre, y eso es lo más importante para nosotros aunque sea duro y cruel escribirlo, mucho más pensarlo. Ahora descansa en paz. Su recuerdo siempre va conmigo, y sé que desde arriba me cuida y me protege. Lo sé, y lo siento así.

Le debo tanto, tanto, tanto...que me olvido del sufrimiento, y la recuerdo con una gran sonrisa en los labios. Pero, sobre todo, GRACIAS a ella me quité una espina que tenía clavada desde hacía muchísimo tiempo, una culpabilidad que me atormentaba y que viviría conmigo siempre. No sé porqué motivo fue. Quizá mi abuela me ayudó desde arriba, no lo sé, pero lo cierto es que el día del entierro vino mucho gente, familiares, amigos, gente que la conocían o nos conocían. Pero la persona que menos me esperaba encontrar...ahí estaba. Yo estaba serena, tranquila dentro de lo serena y tranquila que se puede llegar a estar cuando despides a un ser querido, cuando se puso delante y... sin mediar palabra me abrazó.

No pude más. Me derrumbé. Rompí a llorar desconsoladamente mientras me abrazaba con fuerza y en silencio. Tres o cuatro minutos, quizá.Todos pensaron 'ya era hora que llorara' pero lo cierto es que con aquel abrazo se borraron años de culpabilidad, como si me perdonara el daño que le puede hacer años atrás, como si algo se hubiera olvidado, y todo empezara de cero. Con aquel abrazo le pedí mil veces perdón.

Gracias Yaya.
Te echo de menos...

Aileon




lunes, 20 de agosto de 2012

Ya lo dijo Calderón de la Barca...



"... viviría en Italia, concretamente en Milán, en un estudio pequeño, bien distribuido, muy personalizado, con una única habitación y un pequeño balcón para poder ver a lo lejos la Catedral. Tendría muchísimos libros, fotografías hechas por mí, un gran acuario de medusas led, y sobre todo mucha iluminación de día y muy poca de noche, siempre con una o dos lámparas de luz tenue. Una gran cama baja, con un cuadro de buda en la cabecera. Viviría de las palabras, trabajaría en una editorial y escribiría mis propias novelas. Firmaría con un seudónimo, y me pasaría los fines de semanas leyendo, escribiendo y visitando los rincones más especiales de la ciudad. Adoraría el silencio al llegar a casa. Disfrutaría de una buena música en mis ratos libres, invitaría a mis amigos a cenar a casa. Hablaría un perfecto italiano, me enamoraría la lluvia en invierno, tomaría el café en el mismo local, y viviría sola, estando soltera y sin compromiso ..."

¿Sigo?

Aileon
* Ya he estado en Milán.

domingo, 19 de agosto de 2012

Ahora, cierro los ojos...

Tomar decisiones siempre implica darle demasiadas vueltas, aprovechar las horas de sueño para alimentar los pros y los contras, estar ausente, aislada de todo y todos los que te rodean, y todo para qué. Yo soy de pensar demasiado, darle todas las vueltas posibles, ponerme una coraza para no salir dañada, y prepararme mentalmente por si me sale mal no caer en picada. Porque las caídas sin previo aviso son muy dañinas, son las de las cicatrices y no la de las heridas que las puedes curar con una tirita. Las primeras son las que me asustan, de las del resto se encarga el tiempo. Pero en todo ese proceso de preguntas sin respuestas, de pensamientos que problamente jamás se harán realidad, me doy cuenta que me pierdo algo importante, algo que desde hace tiempo por hechos, situaciones que la vida me ha puesto  a prueba, te das cuenta que no merece la pena darle tantas vueltas, ni pensar tanto en los pros y los contras, ni preguntarte aún sabiendo que no hay respuestas o mejor dicho, que no será la respuesta que deseas o necesitas. No merece la pena.
Todo lo que tenga que venir, vendrá, y todo lo que tenga que ser, será. Pero por lo menos intento que cuando me meto en la cama sólo pienso en una cosa: dormir.
Aileon


sábado, 11 de agosto de 2012

He dejado de ser yo...



He vuelto sin fecha de caducidad.


He dejado pasar el tiempo sin saber que la que no caminaba a su lado era yo.

He aprendido a estar en silencio y a necesitarlo para respirar.

He recorrido caminos que no iban a ninguna parte.

He soñado al despertar.

He borrado huellas y suspiros.

He sido protagonista de mis propias palabras.

He hecho que las palabras no sólo hablen, sino que los hechos digan la verdad.

He dejado de ver la lluvia caer.

He llorado de rabia.

...de pena.

He acabado por entender que estrechar lazos es mejor no hacerlo sin una cuerda firme.

He sonreído en diminutos segundos.

He sido cómplice del reflejo de mi espejo.

He dejado de distinguir realidad y ficción.

He sentido miedo por primera vez en mucho tiempo.

He vuelto...sí, viviendo y sobre todo dejando vivir.



Aileon

lunes, 7 de mayo de 2012

Hoy hace una semana que una luz en mi vida se apagó para siempre.

Aileon

domingo, 26 de febrero de 2012

Declive



Llevo días meditando qué hacer. Soy de las que piensa que las cosas hay que guardarlas, conservarlas, observarlas con detenimiento y valorarlas tal y como se merecen, con el paso del tiempo o sin él. Todo tiene una explicación lógica. Simplemente es por si algún día mi memoria me ignora o por si mis recuerdos me abandonan, cansados de mí.
Una teoría razonable. De ahí que desde hace días le esté dando más importancia de la que quizá tiene, porque no sé si realmente se merecen valorarlas o recordarlas. No quiero arrepentirme. Siempre se dice que nadie se arrepiente de lo que hace, sino de lo que no hace. No estoy del todo de acuerdo. Está claro que si sé hace es porque en ese momento lo siente así, pero en mi caso, si me arrepiento de muchas cosas aunque me cueste lágrimas escribirlo. Puede que esté equivocada, puede. Pero aliviar esa sensación ya es un imposible.

Hay cosas que tienen los días contados. Sólo me ha bastado hacer un click y borrarlo para siempre de mi vida. Ojalá mi mente pudiera hacer lo mismo.

Aileon

lunes, 20 de febrero de 2012

Nueve letras




Empiezo de cero, aquí. En el resto sobrevivo, subo un peldaño pero bajo tres de golpe. Lo importante es no perder el equilibrio. En eso estamos. Lo demás, ya viene por si solo. De todo se aprende. Esta lección ya la tengo demasiado estudiada, imposible suspender. Sólo espero que la nueva materia no tenga una falsa apariencia y un doble juego. No es que no me importe perder, más bien es que quiero seguir jugando. Pero ésta vez soy yo quién elige a los jugadores. Coherencia, lógica y personalidad. Ese es el perfil. Bienvenidos/as.

Aileon