Yo...dura de pelar!

- (…)
- Se nota que eres una mujer con las ideas muy claras.
- Puede, algunas si las tengo clarísimas, otras no…Todo depende de lo que me ofrezcan, y si merece la pena.
- ¿Me dejas que te la enseñe? Si quieres te la enseño en el sofá o en la cama, como tú prefieras…
- Es que…ya he visto muchas como esas. Lo que tú tienes ya la he visto en otros. Y es más de lo mismo. No me sorprenderá...
- ¿Cómo lo sabes? Si no la has visto…Anda, te gustará.Yo estoy para eso, para enseñártela.
- ¿Seguro? Es que…será como todas las demás y para eso me quedo como estoy.
- No, no…esta es diferente. Te lo prometo, en tu vida habrás visto algo así. Anda si se calienta rápido,y ya verás como luego no querrás probar otra, y no porque te la enseñe yo, sino porque será lo mejor que has probado en tu vida. Eso te hará feliz. Si luego no te gusta, pues me iré por donde he venido…Pero y ¿si te gusta?
- Olvida esa última opción, porque no va a ocurrir.
- ¡Qué mujer! Eres dura de pelar...
- Pues no me peles. Ni la saques ni la calientes, que no hace falta.
- Pero yo quiero enseñártela.
- Pero yo no quiero perder el tiempo.
- Me gusta, ¿quieres trabajar conmigo?
- Estás de broma ¿no?
- No, no lo estoy. Te dejo mi teléfono por si algún día quieres...
- ¿Sabes que pasa? Que yo no sirvo para enseñar…

- Tranquila, yo te enseñaría...
- (…)


Siete de la tarde. Dos tíos con botas de piel de serpiente sentados en mi salón.
Algún día pondré la conversación entera...

Hasta entonces, que paséis un buen día mañana.

Aileon