Lo que no me pase en el tren a mí, no me pasa en cualquier otro sitio. Y eso que llevo los cascos, o me pongo a leer un libro, o a escribir cualquier cosa, pero aún estando a mi rollo, ausente y pensando en mis cosas, me da la sensación que tengo un cartel bien grande en la cara que diga:
Y es que no quiero ser una persona borde, porque no va conmigo, pero pensad que el trayecto es de casi una hora y si encima se sienta al lado una de esas personas que me ven el cartel en la cara, pues claro, feliz del tren, no salgo.
A mí no me importa si su hija vive en Barcelona, si se ha casado con un abogado, o si su hijo tiene nueva novia y es muy guarra y tiene que ir ella a limpiarle el piso, o si ya mismo Ana Rosa Quintana se va de vacaciones, o si el AVE es de Florentino Pérez…
¡Y a mí que narices me importa! ¡Si sólo quiero disfrutar de mi música!
Yo puedo entender que ese tipo de gente, esté sola y necesite hablar. Yo entiendo que puedas intercambiar alguna que otra palabra con la persona que tengas al lado, pero de ahí a saber que tiene que ir al callista, porque tiene unos callos que le impiden caminar, pues no. Por ahí, no paso. Y aunque escucho por educación pienso ‘señora, hable con ellos, lo mismo necesitan que le presten atención y no ande jodiendo al personal’. Y menos mal, que no me los enseñó, a pesar de hacer el amago...
No lo entiendo. Rara es la vez que alguien no me cuente algo de su vida. Quizá mi error sea que cuando se sientan, les sonrío y les saludo con un tímido ‘hola’. No sé. Algo tendré que cambiar...
¿Es verdad que el AVE es de Florentino Pérez?
A saber el repertorio de ideas que tendría esa mujer. Bueno no, mejor no saberlo...
Aunque parezca mentira me estoy tragando todos los partidos de la Copa deconfederaciones. No me he perdido ni uno, y lo que es más preocupante, es que lo hago gustosamente. Tengo mi favorita…
Pero que conste que esto es como elCometa Halley…
Aileon
Nota añadida a la 1:30 de la madrugada: Acaba de morir uno de los grandes de la música. Un mito –ya- convertido en leyenda.
Ya mismo me voy a la montaña. Espero darme el primer baño de la temporada. Tirar petardos (yo más bien fotografiarlos) Cenar bajo el manto de las estrellas.
Intercambiar opiniones. Hartarme de pipas. Reír… Jugar… Hoy noche de…
Hoy he llegado más tarde que de costumbre. Mi madre se disponía a salir porque iba a un entierro y mi padre estaba echado en el sofá. Esperando la tan ansiada siesta. Pues bien, como buena hija que soy he pensado: “para no molestarle no pondré la tele en el comedor,y me iré a comer a mi habitación y de paso veo ese programa tan cultural que hacen de lunes a viernes en telecinco". Lo veo por el presentador, más que nada por eso que estudiamos lo mismo. Me río un rato, y hasta opino en la más estricta intimidad de mi habitación.
Pues bien, acabo de comer mientras me entero que Pipi y Miriam han tenido una trifulca monumental en el programa de AR. Pienso,"bueno, hay que estar informados" y allá que me estiro en la cama para descansar cuerpo y alma. Pero antes pienso "uyy antes de colocarmevoy a buscarme una botella de agua". Bendita la hora que se me ocurrió eso.
Abro la puerta de mi habitación y SORPRESA...
Lo primero que veo es a mi padre durmiendo en el sofá y debajo de él veo como viene una marea de agua que cubre en dos segundos todo el suelo del comedor. Sin pensarlo, pego el chillido del siglo ante el ¿qué pasa? de mi padre.
- Papa, papa,..agua. - ¿Qué dices? - ¡¡¡Está todo lleno de agua!!!
Sí, esta tarde se nos ha llenado todo el piso de agua.
Reacciono o no (ya no me acuerdo) y sigo chillando:
- Papa, ¿Qué hacemos? ¿De dónde viene el agua? ¡¡Los cables!!
Yo sólo pensaba en los cables. Y en poner toallas para que el agua no alcanzara las habitaciones. Vamos a la cocina y en el fregadero vemos dos grandes chorros. Vale, sí, muy sana el agua ese con el aparato nuevo, y todo lo que tú quieras, pero muy mal el técnico que lo instaló.
Sin perder los nervios (se nota que no estaba mi madre) entre toallas, cubos y dos fregonas, hemos estado dos horas recogiendo agua sin parar. Al final, ya nos reíamos porque mi padre siempre dice la aventura es la aventura y vaya ¡menuda aventura!
Ya cansada de tanta agua y de ver los dedillos de los pies arrugados, vemos que se abre la puerta. Le contamos a mi madre la anécdota de la tarde, ante el asombro y el nerviosismo de ella. Nos reímos y maldecimos al técnico.
Lo bueno: El piso está más limpio que los chorros del oro. Lo malo: ¿Qué ha pasado con Pipi y Miriam?
Por primera vez en mucho tiempo, he adivinado el final de una película cuando apenas había empezado la trama. Es curioso, pero cierto. Y me siento orgullosa.
El Duque sale del paraíso...
Reflections, Bryan Goeres.
No voy a ser crítica, más que nada porque no sirvo. Un comentarista que leía este blog, lo hacía muchísimo mejor. Sólo diré que está bien, que la vi a ciertas horas de la madrugada, y no me entró nada de sueño y que, pésimo o no, veo con otros ojos la puesta en escena de este actor.
¿Y qué esperabas? Cuando el no se vuelve sí, Y el puede se convierte en quiere, Sólo tienes una única solución: Olvidar al NO, Lamentarte por el SI, Recordar el puede. Darle una patada al quiere.
Si no descanso por su culpa, me despierto de malas maneras. Si me despierto de malas maneras, sólo pienso en una cosa. Si sólo pienso en una cosa, me agobio. Si me agobio, me entra la mala leche. Si me entra la mala leche, no rindo. Si no rindo, me sale todo mal. Si me sale todo mal, me da por maldecir. Si me da por maldecir, me pongo nerviosa. Si me pongo nerviosa, dejo de sonreír. Si dejo de sonreír, me da por pensar. Si me da por pensar, me imagino un paisaje idílico. Si me imagino un paisaje idílico, veo un atardecer. Si veo un atardecer, recuerdo aquel día. Si recuerdo aquel día, siento escalofríos. Si siento escalofríos, pienso en él. Si pienso en él, sonrío de nuevo. Si sonrío de nuevo, me doy cuenta que es mi imaginación. Si me doy cuenta que es mi imaginación, siento que no es real. Si siento que no es real, me empiezo a agobiar. Si me empiezo a agobiar, me doy cuenta que... La culpa es de eso.
Me gusta la gente, la ropa ligera, las terrazas, los chiringuitos, los paseos, los helados, las noches de verano, las chancletas, los surfistas, el olor a cloro, a sal, y todo lo relacionado con esta maravillosa estación del año, pero no me gusta y mantengo una pésima relación con eso que llaman CALOR.
Estoy agobiada.
Aileon
Yo oigo esto, y mira que cosa más tonta,
pero me da por bailar...
Siempre hay motivos. Siempre.
¿Tantos anónimos leen este blog?
Por el número de visitas, intuyo que alguno que otro...
Sigo pensando en privatizar, cada vez coge más fuerza la idea.
Esta entrada se la dedico al trío lalala (la de los zancos, la de la vaca verde y la de la mirada rara) y a la amapola del camping.
Si bien es sabido que las ganas y la motivación es lo principal y lo esencial para todo tipo de cosas, si eso no va acompañado de hechos, la motivación no vale un carajo.
Bueno eso,… y que ya tenemos cierta edad y nos pensamos que nos comemos el mundo y lo que nos comemos es lo que nos dejan, y lo que nos dan de cenar y poco más. En este caso, fiambre, tortillas de no sé qué, coca de no sé cuantos, figuras raras, y olores como de antiguo del más allá…
Sí, amigos/as hoy han bautizado a la niña pequeña de una amiga, conocida en esta entrada como la amapola (la madre, no la niña) y allí como no, hemos estado presente el trío lalala. Como hemos llegado casi de las primeras, y no somos mucho de ir a la iglesia, una ha buscado desesperadamente un bar o algo para tomar algo. No, nena, noo….que quedan ¡diez minutos! Y allá que nos hemos sentado a la fresca, y va y nos dice que se va a poner el pelo como esos del pueblo maldito o algo así.
Sí, nena, sí….¡¡¡cuando te lo hagas nos llamas!!! Y yo preocupada por las cejas…. Pues bien, una vez han llegado todos los invitados, hemos entrado en la iglesia. La verdad y con sinceridad, yo no me he enterado de nada, bueno ni ganas. El cura hablaba flojito y tipo Barrio Sésamo, la de los zancos jugando a un juego del móvil y preguntando cuanto vale bajarte un juego (que por cierto ¿cuánto vale bajarse un juego?), la de la mirada que parecía que se enteraba de todo, y yo…observando la escena. El cura hablando y feliz, la gente pasando, los niños entrando y saliendo, el agua bendita que no estaba bendecida o no sé qué, los padres y los padrinos diciendo que SÍ a todo, pero a saber que entendían… Y la fe ¡¡¡ayyy, la fe!!!! que a saber donde está metida en pleno siglo XXI.
Y va y dice el cura si se renuncia a Satanás o algo así, y joder ¡está el mundo para rechazaramigos! Y de repente, todos se levantan porque bautizan a la niña en la esquina de la iglesia, (qué también que mal rollo poner la pila en los rincones, pero bueno….) y nos quedamos la de la mirada y yo ahí sentadas en el banco esperando a no sé qué, y pensando en no sé cuantos…
Salimos y está nublado. Y empiezan los llantos de los niños, los vestidos iguales, las fotos del trío y la amapola, y demás. Nos dirigimos a la masía mientras escuchamos el tarot en el coche. Qué mal vamos,…Pero tengo curiosidad por saber que le pasaría al hombre que llamó porque estaba desde hacía dos meses separado de su mujer….A saber!!
Llegamos a la masía, y un perro nos recibe, camiones (sí, sí, un par), gatos a punta pala, y un columpio que pide la jubilación a gritos. Entramos y el lavado es en lo primero que me fijo y en lo último. ¡No, gracias! Y menos mal que no me ha dado por mirar la bañera. Estamos sedientas, y nos sentamos. En la esquina, junto al piano que dicen que se cae la tapa, joder ¡¡si eso pesaba como un muerto!!! A saber. La muñeca de porcelana y el payaso no me inspiran confianza, y el botijo, mejor no saber la utilidad que le dan…
Empieza el cachondeo del trío lalala, y la amapola que nos visita de vez en cuando, y bebe que está sedienta ante un ¡¡¡¡pero muchachaaaaa!! Y pone esa risa pilla. Está fuerte…Ahh, tranquilo que cae, fijo!!! Y vaya que ha caído…
Que si la mala leche de una, que si la otra quiere cava ya, que si se come las chuches de los niños, que si no distingue el sabor de la nata al sabor del queso, que si queremos que toque el piano, que si arrasamos con la cocacola...Risas. Y mi cinturón que se rompe. Y reparten el obsequio de la niña. Y yo soy la primera.¡¡¡¡Las más bonitas son las blancas y las amarillas!! Y a mí va y me toca una verde ¿Qué pasa? ¿Qué problema tenéis con las vacas verdes? Pues bien bonita que es la mía...
Salimos fuera, y le digo a un niño que me enseñe el reloj. Me mira mal. Menos mal que aún no habla para no decirle nada a su madre… Risas. Y la otra amarrada dice ‘no me gustas, pero meacerco porque me calientas’ No sé que es peor. Mejor no pensar. Y a la de la mirada le sube y baja el cava de pie. La de la amapola no sé….
Se van yendo, y el trío lalala entra en el comedor con la amapola. Risas. Ya nos conocemos las cuatro. Y le pillan, y zas…todo para dentro. Y la niña que tiene sueño. Y nosotras que nos vamos con risas.
Llegamos a Vila y vemos a lo lejos gente. ¿Botellón? No tenemos edad, pero allá que vamos, y pasamos con el coche con la ventanilla bajada, despacio y en plan gente mala de película. Los del suelo pasan de nosotras, los que están de pie, también (para qué negarlo). La pegatina, dice. Ni idea.
¿Un helado? Ah pues venga, vamos allá. Y nos sentamos en una terraza mientras una manda a la otra al videoclub porque dice que está allí su prima. La otra confiada va, y resulta que es otra persona. Bien, bien…lo del oculista lo llevamos bien no?!!! Y nos equivocamos al pedirle el helado, y el camarero nos trae las medidas que le da la gana. A saber, lo mismo lo grande es mediano, y lo mediano es pequeño para él. Demasiado joven para haber visto Barrio Sésamo.
Hablamos de no sé qué, y la de la mirada de cava, tarda en reaccionar. Sale el tema de los chinos y los libros. Bien, bien, vamos bien. Risas.
Nos vamos, y dejamos a la de la mirada. La siguiente yo. La última ya debe estar dormida. La amapola también. Se le ha echado de menos!!
No habremos ido a Atlántida, o a Sitges, pero hemos pasado una buena tarde, llena de risas y de buenos momentos para el recuerdo y, claro está, para este maravilloso blog.
La noria, al fin y al cabo, tampoco está tan mal…
¿Algún día saldremos y llegaré tarde a mi casa con olor a tabaco?
¿Es bueno involucrarse tanto en las vidas que se esconden tras las palabras?
Ahora lo afirmo con un rotundo NO. En su día, hubiera dicho lo contrario. Haciendo memoria, uno me llamó la atención. Era como una especie de diario personal de una chica joven con una vida nada fácil. La voy a llamar ALMA. Tras la pantalla del ordenador y los dedos que transmitían más que su silencio, encontró el desahogo que necesitaba, el aire fresco que le ayudaba a respirar, una mínima esperanza, unas alas que le ayudaban a sentirse libre, o simplemente un alivio para ayudar a paliar su dolor. Luchaba por algo en lo que no creía, luchaba por algo que no sentía, luchaba por los sueños de los demás, y no por intentar coger de nuevo –si es que alguna vez las tuvo- las riendas de su vida.
Una vida que daba por perdida, una lucha interna y constante que iba matando sus esperanzas, sus ganas de vivir. Era la lucha del quiero, pero no puedo.
Y a mí me emocionó y conmocionó su historia tanto que sufría por el bienestar de ALMA, a la cual apenas conocía solamente por las palabras que ella transmitía, pero le tenía un cariño especial, como si de mi hermana pequeña se tratase. Me dolía tanto verla sufrir así... Aunque estoy convencida que se dejaba las lágrimas más ácidas y más duras en el tintero.
No lo voy a negar. Con sólo leer una primera entrada, ya supe que en su vida había más espinas que pétalos, más llantos que sonrisas, y más deseo de no sentir, que de vivir. Lo siguiente sabía que pasaría. Me conozco demasiado. En una noche, con el sonido de un piano de fondo, y a media luz, me leí todo su blog. Creo que la historia hizo el resto. Mucho tiempo estuve leyendo su vida desde la pantalla de mi ordenador. Demasiado... Fue realmente duro leer palabra tras palabra, el sentimiento que le producía dolor y desasosiego, el expresar en palabras –cosa que no es nada fácil- todo aquello que uno desea, pero no puede, y todo lo que puede, pero que le hace daño. En definitiva, fue duro leer su vida.
(…)
Me empapé de su vida, de su historia, de su sufrimiento, y sentí todo lo que sus palabras escondían, que eran más dolorosas que las que, en realidad, mostraba. Sus últimas entradas no me dejaron indiferente. Y - su blog- desapareció.
En su día, le dí demasiadas vueltas. Jamás le dejé un comentario. Y me lamento por ello. Ese fue mi error. No supe nada más. Espero que siga luchando...
Pienso que hay muchas maneras de leer blogs y de cómo éstos te afectan. Están los que se leen sin apenas leer y se olvidan a los dos segundos, los que admiras por su talento, por su manera de transmitir, los que en el día a día se va forjando un cariño especial, y los que dejan una huella permanente, intacta, los que sabes que recordarás - por un motivo u otro- el resto de tu vida.
Nota: He puesto esta canción en concreto por algo en especial. Aileon
El aire querespirome sabe a nuevo. Por mucho que me vaya, Yo siempre vuelvo. Por muy lejos que me vaya, Yo siempre vuelvo.
Si todo lo que miro, Me trae recuerdos, Mire por donde mire Te estoy queriendo. Si la boca me sabe Sólo a tus besos, Se seca mi garganta Por no beberlos.
Si todo lo queoigo, Se vuelve verso, Queda escrito en un libro Que hay en mi sueño. Caricias me hace el aire Al rozar mi cuerpo.
Aire, aire, que por ti me muero Y así lo siento. Con mis cinco sentidos ….te estoy queriendo.
No es lo mismo ir a buscar a mi sobrino a la salida del colegio con una sonrisa de oreja a oreja a ver a lo lejos, fuera del bullicio de la gente y a gran distancia, a un niño de dos años, solo y sin sonrisa. No es lo mismo.
No es lo mismo ver que el niño está solo cerca de la carretera a acelerar el paso para llegar lo más pronto posible hasta él. No es lo mismo.
No es lo mismo comprobar que el niño está asustado, llamando a su madre, aferrado a un camión de juguete, a darme cuenta que allí no hay padre ni madre que busqué su presencia. No es lo mismo.
No es lo mismo empezar a preocuparme por aquel niño a cogerlo en brazos para tranquilizarlo. No es lo mismo.
No es lo mismo mirar para todos los lados a esperar a que aparezca algún (ir)responsable de ese niño. No es lo mismo.
No es lo mismo decidirme por llevarlo al colegio para que esté bien a ver a una mujer a lo lejos corriendo y sonriendo. No es lo mismo.
No es lo mismo decir que es su hijo a decirle que mejor lo vigile porque le podía haber pasado cualquier cosa. No es lo mismo.
No es lo mismo seguir con la sonrisa en los labios diciendo que se ha puesto a hablar a decirle que tenga más cuidado que se trata de un niño, y luego vienen los llantos y la culpa a los demás. No es lo mismo.
No es lo mismo verlo alejarse feliz con su madre a yo preocuparme por ese niño cuando la propia madre no lo ha vigilado lo suficiente, de lo contrario no estaría alejado y solo. No es lo mismo.
No es lo mismo decirme mi sobrino que ‘la mama de ese niño no lo tenía que haber dejado solo porque lo podían atropellar’ a darme cuenta que tenía razón. No es lo mismo.
No es lo mismo tener un despiste de un segundo (que a todos nos puede pasar) a tener que lamentarte toda tu vida. No es lo mismo.
Dedicado,
A todas aquellas madres que en algún momento deberían haber cerrado las piernas y a todos aquellos padres que en algún momento de su vida no se deberían haber bajado la cremallera. Para todos ellos, la justicia empieza en ellos. Los hijos son su máxima responsabilidad. Si falla eso, falla todo.
Esto me cabrea de lo lindo. El tema de los niños para mí es sagrado. Es superior. Y me duele que pasen estas cosas. Los niños están por encima de todas las cosas. Y sale mi vena más dura, crítica y nada tolerante. Lo siento.
Si he sido dura, perdonadme.
Lo he vivido más de una vez, y sufro cuando les puede pasar algo a los más pequeños por culpa de la irresponsabilidad de muchos padres...
*Desde luego no pasan más cosas, porque no tienen que pasar...
- Noe, ¿me puedes hacer un favor? - Sí, claro. Dime. - ¿Me puedes grabar canciones de don Omar? - Sí, claro.
Hasta ahí todo bien, ¿No? Una conversación de lo más normal ¿Verdad? Nada extraño.
Pues bien, la cosa cambia cuando quién me pide ese favor es mi madre.
- ¿Qué dices, mama? ¿Me vas a hacer bajarme canciones de ese estilo? Lo que faltaba...¿no tienes bastante con el canal de música latina?
- A mí me gusta…
Sí, amigos/as habéis leído bien. Mi madre es fan de don Omar y de todo el reggaeton habido y por haber, y lo que es peor y más preocupante: se conoce todos los grupos, la canción de moda, y hasta tararea y canta las canciones bien (cosa rara en ella, pero cierto)
Mama, lo siento, pero el aprenderte BIEN las letras de las canciones nunca ha sido tu fuerte…
Y yo estoy del reggaeton hasta el mismísimo moño, y eso que no tengo…
Y eso que ya se acerca el verano con todo lo que conlleva musicalmente hablando. Miedo me da…
Porque ya saben lo que dicen ¿no? Que si no te gusta la sopa, toma tres tazas.
Pues yo desde hace años me bebo litros y litros diarios.
¿Pero qué me está pasando?
¡¡¡Joder, que hasta cuando voy por la calle tarareo las canciones!!!
Y hasta salí corriendo de la ducha para quedarme con el título de esta canción…
¡¡Esto no es serio!!
Estás cayendo, Aileon …estás cayendo a pasos agigantados.
Tantas tazas están haciendo su efecto.
Ya saben lo que dicen: si no puedes con tu enemigo, únete a él. ¡¡Qué remedio!!
- Noe ¿me puedes hacer un favor? - Sí, dime. - Quiero el disco anual 2009. - Sí, mama, sí. Puestos ya...
Pero estas ‘tazas’ si me gustan...
¡¡¡Aleluya!!!!
...
Dos cosas a añadir:
- Sí, le grabé varios cds de don Omar.
- El día quetararee canciones de Marilyn Manson,
ni tazas ni sopa,
ese día¡¡me mata viva!!
Y como no, esta canción se la dedico a la fan número 2 de Don Omar , porque digo yo, que el fan número 1 será su familia ¿No?
Va por ti, mama. (Vale, va...reconozco que hasta con esta canción
me muevo planchando) ¿He dicho alguna vez que me gusta planchar?