Hoy ha salido el sol

8:00 de la mañana.

Me suena el despertador. Me levanto con cara de pocos amigos. ¡¡Para un día que me hubiese quedado en la cama!!! Todo sea por una buena causa. En media hora recupero mi cara de amigos y bajo a la panadería que hay debajo de mi casa. Entro con gafas de sol y me preguntan si me encuentro bien por llevar bambas (rara vez llevo).Les digo muy seriamente que me voy al polideportivo. El hermano de la pirata, se ríe de mí. Como siempre. Le debo hacer gracia. No se lo creen. Pido un agua y un bocadillo para llevar. Me siento en el palomar mientras hablo con la pirata. A los cinco minutos llegan mis padres, y yo me voy. He quedado con mi hermana sobre las 9:15 en las casas nuevas. A las 10 tiene que estar allí, así que mientras nos entretenemos mirando las casas, mi sobrino está de los nervios. A los pocos metros, ya veo las pistas. Y le digo a mi hermana:

- ¿Te acuerdas cuando venía con mis amigas a correr a las pistas los viernes por la tarde? Bueno el correr era un decir, que el objetivo era otro bien distinto, pero la primera vuelta la dábamos ehh??
- Sí, sí lo que tú digas, pero ¡joder! ¿Cuánto hace de eso? ¿Veinte años?
- Calla, no lo digas tan fuerte….

Y no iba mal encaminada, ¡¡¡casi veinte años y con la misma altura que la de entonces!!! Pero me ha traído tan buenos recuerdos, que no he podido evitar sonreír, y eso que todo ha cambiado lo suficiente para parecer sitios distintos. Pues bien, llegamos más que puntuales, como debe ser. ¿He dicho alguna vez que no soporto las prisas? Pues eso, entramos y nos ponemos a ver un partido de fútbol. A veces me pregunto si son los niños los que juegan o sus padres que son unos futbolistas frustados,…
En fin, veo mucho chico joven, mucho monitor, pero mi hermana me dice que el de mi sobrino no viene y hay que buscar un tal Pep, que es alto. No hay más datos. ¡¡¡Cómo qué no!!! Joder, ¡¡¡¡Si todos eran altos!!!! Al primero va y se acierta. Harán grupos de cuatro, y mi sobrino está en el 3. A los pocos minutos, padres e hijos de distintos colegios, entramos en las pistas. Veo a mis padres que vienen de lejos. Y yo con el bocadillo en la mochila y con mi cámara dispuesta a fotografiar todo lo que se mueva y respire. Mi sobrino se ha llevado la palma, pero es que se ha comportado como todo un campeón. Han hecho cuatro pruebas y nos hemos quedado todos alucinados. Tenemos un deportista innato en casa, madre mía. No ha tirado ninguna valla, en el salto lo ha hecho muy bien, y corriendo….Quizá en resistencia no, pero en velocidad si, y eso que no es muy alto, bueno como la tía, jejeje, pero da unas zancadas increíbles.

Ha merecido la pena ir a verlo. Ya fui en su día a verlo jugar a fútbol, y hoy en atletismo. Es genial que los niños se diviertan y a la vez practiquen deporte. Además es una manera de relacionarse entre ellos, y también porque no decirlo, de que se les caiga la baba a los padres, y a los que no son padres, ¡y no miro a nadie!

Por cierto, por si a alguien le interesa, el bocadillo me lo he comido entre prueba y prueba.

Buen fin de semana.
Aileon