Desde pequeñita me han inculcado, entre otras cosas, el respeto hacia los demás, respeto a las cosas y, sobre todo, respeto a los mayores.
Sí,…eso está muy bien. Quiero decir, que la teoría es la correcta y es lo que verdaderamente hay que hacer, porque el respeto hay que hacer lo posible y lo imposible para no perderlo.
Pero la práctica es diferente…el día a día, las distintas situaciones en las que una se encuentra, a veces, el respeto supone un gran esfuerzo mantenerlo, y se acaba perdiendo. Sé que muchos no opinarán igual,… Pero si antes me decían que tenía que tener respeto hacia los demás…ahora añado que ‘no sólo hay que tener respeto hacia los demás, sino que el respeto tiene que ser mutuo…’. Me explico:
En los últimos años he tenido algún que otro encontronazo con varias personas (sin yo querer claro), pero sobre todo con gente mayor de la tercera o cuarta edad. Y yo, como tenía en mente que jamás podía faltar el respeto a alguien más mayor que yo, pues me callaba. Furiosa por dentro, me callaba,…
Hace unos 4 años tuve un encontronazo con una anciana y recordándolo desde la distancia puedo afirmar que fue uno de mis peores momentos vividos hasta el momento, sobre todo, por la impotencia que sentí, y lo peor de todo sin hacer nada malo, al contrario. Hice un acto de buena fe y lo pagué caro.
Serían aproximadamente las 6 de la tarde y yo acababa de llegar a la estación de tren donde a su vez tenía que coger otro tren que me llevaría a mi pueblo. Había tenido un día duro en la facultad y lo único que me apetecía era llegar prontito a casa. Pues bien, sentada en el banco de la estación anunciaron mi tren que salía en menos de 10 minutos y yo me levanté y me dirigí hacia donde salía mi tren.
La verdad es que en la estación había mucha gente. Era la hora punta; y había gente por todos los lados…dentro de la estación y fuera en las vías…
Yo, mientras me dirigía al tren, vi que a una anciana se le había caído un pequeño monedero, y yo sin pensármelo dos veces lo cogí y aceleré el paso para darle el monedero que se le había caído segundos antes.
-Señora, señora…se le ha caído el monedero! Tenga….
Yo no sé qué fue lo que realmente pasó pero la mujer empezó a chillar.
- Ladrona, ladrona,…me has quitado el monedero.
- Señora que dice….si se le ha caído a usted…
Y empezó a chillar que la quería robar. Yo me quedé inmóvil, sin saber que decir. En menos de dos segundos vi mucha gente a mi alrededor y no dejaban de mirarme. El guardia de seguridad de la estación vino corriendo al oír los chillidos de la anciana.
- Guardia! Guardia!…me ha robado, mira aún tiene el monedero en la mano. Yo la he visto…ladrona!
Era verdad. El monedero aún lo tenía en la mano. Vi a la mujer chillando, insultándome, toda la gente allí presente mirando, al guardia agarrándome del brazo… que no supe cómo reaccionar. La situación me bloqueo por completo.
- Acompáñeme señorita…
- Toda la juventud es igual…unos ladrones! Esta guarra me ha intentado robar!!!!
- Señora no insulte, por favor. Acompáñeme señorita – solo oía eso mientras me seguía agarrando el brazo.
Hasta que oí una voz de un hombre que me ayudó a desbloquearme y a poder defenderme como pude.
- Esta chica no ha robado nada, porque yo lo he visto…Simplemente a la mujer se le ha caído el monedero y ella se lo ha recogido y se lo iba a dar, y ha sido cuando ella ha chillado…no es justo!
- Es verdad, yo no he robado nada…- Sólo dije eso, nada más.
A todo eso la mujer continuaba chillando e insultando a los jóvenes una y otra vez. El espectáculo era vergonzoso, pero yo me sentía el payaso del circo.
Finalmente varias personas que estaban allí y que, afortunadamente, lo vieron, me defendieron a muerte… Pero aún así el guardia me dijo que le acompañara porque la mujer seguía insultándome y ya se había hecho suficiente espectáculo. Yo, sin poder reaccionar, le hice caso y me fui con él para que la mujer se tranquilizara…
Hice mal, lo sé. Los que saben esta historia me dicen que actué mal porque yo no había hecho nada malo, y si quizá tienen razón, pero tal como se había puesto la mujer tampoco quise aguantar más insultos, y preferí callar e irme para que se calmara la situación. El guardia me pidió disculpas…y yo les di las gracias, las sentidas gracias, a la gente que me había defendido (en especial a un hombre y a un chico joven), porque habían dicho la verdad, y mostraron su rabia e indignación al ver cómo me trataba tan injustamente. Hablaron por mí, y se los agradecí.
Si ahora me pasara algo parecido (espero que no suceda porque lo pasé bastante mal al estar acusada de algo, estar en el punto de mira y sin tener culpa ninguna) desde luego, le diría cuatro cosas a la anciana de tercera o cuarta edad. Educadamente me pondría a su nivel... No me callaría, eso seguro.
Desde mi punto de vista, el respeto tiene que ser mutuo, vuelvo a repetir, mutuo, independientemente de si viene de una anciana o de cualquier persona de mi edad.
Comentario: Qué mal rollito al recordar la historia, pero bueno… Quería hablar del respeto y que mejor que hablar del tema con hechos y palabras….
Aileon
Sí,…eso está muy bien. Quiero decir, que la teoría es la correcta y es lo que verdaderamente hay que hacer, porque el respeto hay que hacer lo posible y lo imposible para no perderlo.
Pero la práctica es diferente…el día a día, las distintas situaciones en las que una se encuentra, a veces, el respeto supone un gran esfuerzo mantenerlo, y se acaba perdiendo. Sé que muchos no opinarán igual,… Pero si antes me decían que tenía que tener respeto hacia los demás…ahora añado que ‘no sólo hay que tener respeto hacia los demás, sino que el respeto tiene que ser mutuo…’. Me explico:
En los últimos años he tenido algún que otro encontronazo con varias personas (sin yo querer claro), pero sobre todo con gente mayor de la tercera o cuarta edad. Y yo, como tenía en mente que jamás podía faltar el respeto a alguien más mayor que yo, pues me callaba. Furiosa por dentro, me callaba,…
Hace unos 4 años tuve un encontronazo con una anciana y recordándolo desde la distancia puedo afirmar que fue uno de mis peores momentos vividos hasta el momento, sobre todo, por la impotencia que sentí, y lo peor de todo sin hacer nada malo, al contrario. Hice un acto de buena fe y lo pagué caro.
Serían aproximadamente las 6 de la tarde y yo acababa de llegar a la estación de tren donde a su vez tenía que coger otro tren que me llevaría a mi pueblo. Había tenido un día duro en la facultad y lo único que me apetecía era llegar prontito a casa. Pues bien, sentada en el banco de la estación anunciaron mi tren que salía en menos de 10 minutos y yo me levanté y me dirigí hacia donde salía mi tren.
La verdad es que en la estación había mucha gente. Era la hora punta; y había gente por todos los lados…dentro de la estación y fuera en las vías…
Yo, mientras me dirigía al tren, vi que a una anciana se le había caído un pequeño monedero, y yo sin pensármelo dos veces lo cogí y aceleré el paso para darle el monedero que se le había caído segundos antes.
-Señora, señora…se le ha caído el monedero! Tenga….
Yo no sé qué fue lo que realmente pasó pero la mujer empezó a chillar.
- Ladrona, ladrona,…me has quitado el monedero.
- Señora que dice….si se le ha caído a usted…
Y empezó a chillar que la quería robar. Yo me quedé inmóvil, sin saber que decir. En menos de dos segundos vi mucha gente a mi alrededor y no dejaban de mirarme. El guardia de seguridad de la estación vino corriendo al oír los chillidos de la anciana.
- Guardia! Guardia!…me ha robado, mira aún tiene el monedero en la mano. Yo la he visto…ladrona!
Era verdad. El monedero aún lo tenía en la mano. Vi a la mujer chillando, insultándome, toda la gente allí presente mirando, al guardia agarrándome del brazo… que no supe cómo reaccionar. La situación me bloqueo por completo.
- Acompáñeme señorita…
- Toda la juventud es igual…unos ladrones! Esta guarra me ha intentado robar!!!!
- Señora no insulte, por favor. Acompáñeme señorita – solo oía eso mientras me seguía agarrando el brazo.
Hasta que oí una voz de un hombre que me ayudó a desbloquearme y a poder defenderme como pude.
- Esta chica no ha robado nada, porque yo lo he visto…Simplemente a la mujer se le ha caído el monedero y ella se lo ha recogido y se lo iba a dar, y ha sido cuando ella ha chillado…no es justo!
- Es verdad, yo no he robado nada…- Sólo dije eso, nada más.
A todo eso la mujer continuaba chillando e insultando a los jóvenes una y otra vez. El espectáculo era vergonzoso, pero yo me sentía el payaso del circo.
Finalmente varias personas que estaban allí y que, afortunadamente, lo vieron, me defendieron a muerte… Pero aún así el guardia me dijo que le acompañara porque la mujer seguía insultándome y ya se había hecho suficiente espectáculo. Yo, sin poder reaccionar, le hice caso y me fui con él para que la mujer se tranquilizara…
Hice mal, lo sé. Los que saben esta historia me dicen que actué mal porque yo no había hecho nada malo, y si quizá tienen razón, pero tal como se había puesto la mujer tampoco quise aguantar más insultos, y preferí callar e irme para que se calmara la situación. El guardia me pidió disculpas…y yo les di las gracias, las sentidas gracias, a la gente que me había defendido (en especial a un hombre y a un chico joven), porque habían dicho la verdad, y mostraron su rabia e indignación al ver cómo me trataba tan injustamente. Hablaron por mí, y se los agradecí.
Si ahora me pasara algo parecido (espero que no suceda porque lo pasé bastante mal al estar acusada de algo, estar en el punto de mira y sin tener culpa ninguna) desde luego, le diría cuatro cosas a la anciana de tercera o cuarta edad. Educadamente me pondría a su nivel... No me callaría, eso seguro.
Desde mi punto de vista, el respeto tiene que ser mutuo, vuelvo a repetir, mutuo, independientemente de si viene de una anciana o de cualquier persona de mi edad.
Comentario: Qué mal rollito al recordar la historia, pero bueno… Quería hablar del respeto y que mejor que hablar del tema con hechos y palabras….
Aileon
5 comentarios:
Vaya que mal momento, lo lamento.
Algo deberías haberle dicho, sí.
Nena, qué fuerte!
Yo también he recibido "halagos" así (en curiosas situaciones) por personas de la "tercera o cuarta edad", como dices.
La falta de educación nace de la ignorancia, está claro... Y hay personas que se amargan con los años... ¡Qué le vamos a hacer!
:)
Rayco:
Sí, sí...ahora quizá lo recuerdo entre bromas...pero en su día me afectó bastante. Suerte a la gente que estaba allí, y me defendió...
Y decirle algo...sí, sí. Es lo que tenía que haber hecho, pero me bloqueé...:)
Cuídate!!
Elena:
Siento que hayas tenido que sufrir esos 'halagos' tan odiados pero bueno...hay gente que es así, y la verdad ni anciano ni joven...El respeto tiene que ser mutuo!!!
Un abrazo!
hola noelia,q mal lo debistes pasar,encima de q se la entregas,un dia en un pub q yo tenia antes,tambien se le perdio a una la cartera y se la llevamos a su casa,esta no me insulto como a ti,esta lo q no me dio ni las gracias,si llego a saber esto,me quedo con el dinero,hay gente pa to,besitos y no te sientas mal,actuastes bien
Sí, es verdad hay gente de todo tipo...Una vez dentro del tren me pasó algo con una maleta con un hombre mayor,...que me llamó de todo,menos bonita!! pero ahí no me callé...Lo siento!
Que vaya bien!
Un abrazo
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