sábado, 10 de noviembre de 2007

Un día de clase...

Para mí un día de clase en la universidad era un día especialmente divertido, alegre y con cierta dosis de humor. ¿Aprender? Sí, sí, claro...esto también.
Lo cierto es que ha pasado cierto tiempo, pero echo de menos el ir a clase, el sentarme en el banco de la iglesia ( nunca mejor dicho, porque un día que llegué antes de tiempo escuché la historia religiosa que más pánico me dio) , y estar en China en cuestión de segundos...No te creas, pero es gratificante el estar en ese banco y observar. Es conocer mundo sin moverte de ahí. (G. no te rías que te estoy viendo jeje)
De repente por la esquina del pasillo aparece el torbellino en persona. La persona que en cuestión de segundos te mueve párpados, pestañas, ojos, manos, cuerpo, pelo...sin apenas darte cuenta. Pasa moviendo caderas y hablando sola " que si voy a buscar las llaves, que si siempre pasa lo mismo, ..." y los allí presente nos quedamos pasmados. Así es ella. Un ser pequeño y lleno de sabiduría...
G. y yo observamos con incredulidad la escena y pensamos " vale la pena venir a clase", aunque claro también nos arriesgamos a ver otras cosas.
¡La moda invierno-otoño-primavera ha llegado a clase! Nunca la moda había estado tan cerca de nosotras, nunca!. Un estilismo único e inimitable. (omitiré dar detalles)
Así que con la moda cerca de nosotras entramos en clase. Sin darnos cuenta, nos encontramos en un despacho de ejecutivos ( sin agua en las mesas claro, que no hay presupuesto). Sentados en la sala nos disponemos a mirar a la actriz de telenovela, que entre la calor que hace, el olor que desprende esa sala y el dolor de cervicales que nos entra....nos centramos en las miradas al aire como si fuera entrar en éxtasis, en los movimientos de párpados , en los rotuladores que no funcionan, en el movimiento de pelo, y en las manchas de ¿café? ....
Esto se lo dedico a mi compañera y amiga G. que también compartió conmigo estos grandes momentos que siempre recordaremos.
Si es que...ir a clase ya no es lo que era. Aleluya...

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