Hoy, viendo fotografías, he recordado a una niña que cuidé hace más de 10 años y a la que recuerdo con un cariño especial. Yo tenía unos 14 años y la niña tenía 3 añitos.
En realidad era yo también una niña, pero lo bastante madura para estar con ella (aunque siempre con la mirada atenta de mi madre).
Era mi vecina (y sigue siéndolo) y sus padres hablaron con los míos para ver si podía cuidar a la niña. Debí gustarles, ya que luego cuidé a su hermano (aunque sólo fue un día a la semana).
Pues bien, todos los días iba a recogerla y estaba con ella una hora y media más o menos, hasta que venía su madre de trabajar. Me gustaba mucho estar con ella, jugar en el parque, en mi casa, reírme, contarle cuentos…Ambas éramos unas niñas buenas.
Gracias a ella, pude descubrir y saborear el mundo de los niños. Un mundo diferente; un mundo donde la inocencia prima por encima de todas las cosas.
Pero claro, no sólo puede descubrir un mundo diferente al de los adultos, sino que me di cuenta que la imaginación que tienen los niños no tiene nada que envidiar a la de los adultos. Una imaginación más pura.
Creo que hoy en día, los niños han perdido parte de esa imaginación, y de esa inocencia, y la han sustituido por cosas materiales. Desgraciadamente la magia de los niños se perdió hace años. Soy consciente y jamás se recuperará. Ojalá esté equivocada.
Pues bien, un día a la salida del colegio (ambas íbamos al mismo colegio), la niña salió con una cajita de galletas y yo, como tenía curiosidad, pregunté con entusiasmo lo que había dentro de aquella caja que guardaba como si de un tesoro se tratase. Me dijo que era una sorpresa y que al llegar a mi casa me lo enseñaría.
Al llegar a casa se sentó en el sofá y abrió la caja de galletas:
- Mira es una pecera y hay peces, ¿los ves?
En esos momentos bajé la mirada hacia la cajita y mi sorpresa fue cuando no vi nada de nada. La caja estaba completamente vacía, pero la vi tan exaltada y emocionada con su pecera que mi respuesta fue:
-Uyy,sí,sí,...¡Cuántos hay! ¡Qué bonitos son! Son de muchos colores: azul, rojo, amarillo, verde ...y no paran de moverse. ¡Si apenas caben en la pecera!
Mientras yo hablaba con el mismo entusiasmo que requería aquel momento, veía que la niña ponía caras raras. La expresión de su cara cambiaba en cuestión de segundos. No sé si era cara de decepción, de tristeza, de enfadada... Total, que decidí guardarme el entusiasmo de mis palabras y me callé sin dejar de mirar la caja con cara de no saber qué decir más.
Cuando volví a levantar la mirada, ella me miró (enfadada y decepcionada) y me dijo:
- Si en esta pecera sólo hay dos peces y son de color rojo...
No supe qué decir. Si hubiera sido uno de esos dibujos japoneses seguro que me hubiera aparecido esa gota famosa que ponen en la frente… Pero no. Me quedé sin palabras.
Sin dejar de mirar su pecera, ella se giró y cerró la caja. Creo que el mundo de los niños es diferente.
Conclusión: Ahora cuando estoy con niños intento conocer su mundo, pero voy con precaución y dejo que sean ellos los que me faciliten toda la información necesaria de su mundo para no meter la pata, y ... funciona, de momento, funciona!
* Este post lo puse hace tiempo, pero lo he modificado algo. También he puesto una foto de las dos en una plaza a la que solíamos acudir todos los días y porque estaba cerca de mi casa (vamos tan cerca que es lo que veo desde mi ventana jeje)
La cara de la niña la he difuminado porque no me gusta poner fotos de niños y menos sin permiso. Ahí era menor, y yo para esas cosas soy muy respetuosa.
¡Ahora que veo la foto...anda que no ha llovido desde esa foto! ¡Qué recuerdos! Una cuando tiene 13 o 14 años todo es maravilloso...y ahí, realmente mi mundo era maravilloso!
En realidad era yo también una niña, pero lo bastante madura para estar con ella (aunque siempre con la mirada atenta de mi madre).
Era mi vecina (y sigue siéndolo) y sus padres hablaron con los míos para ver si podía cuidar a la niña. Debí gustarles, ya que luego cuidé a su hermano (aunque sólo fue un día a la semana).
Pues bien, todos los días iba a recogerla y estaba con ella una hora y media más o menos, hasta que venía su madre de trabajar. Me gustaba mucho estar con ella, jugar en el parque, en mi casa, reírme, contarle cuentos…Ambas éramos unas niñas buenas.
Gracias a ella, pude descubrir y saborear el mundo de los niños. Un mundo diferente; un mundo donde la inocencia prima por encima de todas las cosas.
Pero claro, no sólo puede descubrir un mundo diferente al de los adultos, sino que me di cuenta que la imaginación que tienen los niños no tiene nada que envidiar a la de los adultos. Una imaginación más pura.
Creo que hoy en día, los niños han perdido parte de esa imaginación, y de esa inocencia, y la han sustituido por cosas materiales. Desgraciadamente la magia de los niños se perdió hace años. Soy consciente y jamás se recuperará. Ojalá esté equivocada.
Pues bien, un día a la salida del colegio (ambas íbamos al mismo colegio), la niña salió con una cajita de galletas y yo, como tenía curiosidad, pregunté con entusiasmo lo que había dentro de aquella caja que guardaba como si de un tesoro se tratase. Me dijo que era una sorpresa y que al llegar a mi casa me lo enseñaría.
Al llegar a casa se sentó en el sofá y abrió la caja de galletas:
- Mira es una pecera y hay peces, ¿los ves?
En esos momentos bajé la mirada hacia la cajita y mi sorpresa fue cuando no vi nada de nada. La caja estaba completamente vacía, pero la vi tan exaltada y emocionada con su pecera que mi respuesta fue:
-Uyy,sí,sí,...¡Cuántos hay! ¡Qué bonitos son! Son de muchos colores: azul, rojo, amarillo, verde ...y no paran de moverse. ¡Si apenas caben en la pecera!
Mientras yo hablaba con el mismo entusiasmo que requería aquel momento, veía que la niña ponía caras raras. La expresión de su cara cambiaba en cuestión de segundos. No sé si era cara de decepción, de tristeza, de enfadada... Total, que decidí guardarme el entusiasmo de mis palabras y me callé sin dejar de mirar la caja con cara de no saber qué decir más.
Cuando volví a levantar la mirada, ella me miró (enfadada y decepcionada) y me dijo:
- Si en esta pecera sólo hay dos peces y son de color rojo...
No supe qué decir. Si hubiera sido uno de esos dibujos japoneses seguro que me hubiera aparecido esa gota famosa que ponen en la frente… Pero no. Me quedé sin palabras.
Sin dejar de mirar su pecera, ella se giró y cerró la caja. Creo que el mundo de los niños es diferente.
Conclusión: Ahora cuando estoy con niños intento conocer su mundo, pero voy con precaución y dejo que sean ellos los que me faciliten toda la información necesaria de su mundo para no meter la pata, y ... funciona, de momento, funciona!
* Este post lo puse hace tiempo, pero lo he modificado algo. También he puesto una foto de las dos en una plaza a la que solíamos acudir todos los días y porque estaba cerca de mi casa (vamos tan cerca que es lo que veo desde mi ventana jeje)
La cara de la niña la he difuminado porque no me gusta poner fotos de niños y menos sin permiso. Ahí era menor, y yo para esas cosas soy muy respetuosa.
¡Ahora que veo la foto...anda que no ha llovido desde esa foto! ¡Qué recuerdos! Una cuando tiene 13 o 14 años todo es maravilloso...y ahí, realmente mi mundo era maravilloso!
Ahora, en la actualidad, con muchos años de más, pero con la misma sonrisa de 'pillina', mi mundo es diferente...Todo es diferente!
Aileon
Aileon
8 comentarios:
yo cuide un niño de 10 meses hace dos años, desde los 10 hasta los 19, lo cuidaba 6 horas al día, vamos que yo era la mitad de su mundo, y la otra mitad, sus padres... fue inolvidable, no sabe lo que se puede aprender de niños tan pequeños,los juegos en el parque (todos los niños venían con nosotros dos jeje, desde 14 o 15 meses hasta 3 era buenísimo), los juegos en casa, cómo mimetizaba mis gestos, copiaba mis cancines en su peculiar jerca de bebé, cómo se sabía de memoria los caoítulos de heidi (increíble), las siestas que nos pegabamos a media mañana juntos... fue impacatante para mí porque hasta entonces pensaba que los niños tan pequeños no "hacían nada" sabes? jeje y es todo lo contrario!!
y si, la inocencia es lo más lindo de la infancia... lástima que cada vez se pierda antes!
---nalia---
cancines=canciones
caoítulos=capítulos
jejeje
Si, sí...yo también he cuidado a muchos, bueno y sigo cuidando! Y tienes razón, se aprende muchísimo de ellos.
Es un mundo diferente!! Lástima que se pierda esas dosis de inocencia que tanto los caracteriza, lástima!!
Besos guapa!!
por cierto la foto es genial! jeje, eres tu de pequeña no? (digo la chica mayor no la niñita )
---sigo siendo yo--nalia---
Si, si....soy yo ;)) y la niña pequeña la que cuidé durante tres años!
Que, por cierto, el otro día la vi e iba con una amiga y le dijo que yo le había cuidado de pequeña, y la chica no se lo creyó, decía que era imposible jeje
Ella aparenta más edad de la que tiene, y yo menos ;((
Yo he críado a mi sobrina desde que nació hasta que fue al colegio este año porque pasaba todas las mañanas en mi casa y a mí cada vez me quedaban menos asignaturas.
Es tremendo ver crecer y sus cambios tan abruptos...
¿Se te despertó el instinto maternal? xD
Por cierto, vaya pelos eh! Es broma!!
Qué bien lo de tu sobrino! Es bonito tener niños cerca...
Mi instinto maternal siempre lo he tenido despierto, pero ahora está completamente dormido! jeje
Pelos? de la foto te refieres?
Bien guapa que estaba ahí con 13 años jejeje
Por cierto en la otra entrada te he comentado algo de la peli que vi ayer...
sobrina perdón!!!
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