Ya han pasado doce años desde que fui Italia, concretamente a Venecia y a Milán... y aún recuerdo ese viaje como si fuera ayer. Un viaje que lo hice acompañada por muchísima gente, pero que lo viví y sentí sin la más presencia que la mía. Y me gustó. Eso fue lo que más me gustó.
El disfrutar por cada rincón que pasaba, el observar a la gente que estaba a mi alrededor, el ver las obras de arte más impresionantes que he visto en mi vida, el tener la sensación de estar sola aún estando rodeada de gente, el vivir el carnaval de una manera silenciosa,...
VENECIA
Recuerdo que llegamos sobre las nueve o así a la Plaza San Marcos. Era impresionante ver la plaza desierta, con las mesas y sillas vacías, y con una neblina que tapaba toda la plaza. La primera sensación al estar allí fue de tranquilidad y de paz. Y no me equivoqué. En aquel momento supe que ese viaje iba a ser inolvidable. Fue más que eso.
Como las personas que iban conmigo no tenían el mismo interés que yo, decidí disfrutar ese día en la más estricta soledad. Sólo una mochila (la que aparece en suelo de la foto y llena de mapas) y una cámara me acompañaban. Visité museos (impresionantes todos), recorrí las estrechas calles, observé góndolas (no me subí en una de ellas por ir sola y por dinero, más por lo segundo que por lo primero), entré en tiendas, y fotografié todo que tenía ante mis ojos ( no sé donde tengo parte de las fotos...)
Sobre las cuatro de la tarde decidí descansar en un banco de piedra mientras tomaba un café... Sin apenas darme cuenta apareció esa persona. No era raro ver a la mayoría de la gente disfrazada por las calles, ya que aquel año viví los carnavales venecianos.
En un principio vi la sombra de su silueta y pensé que sería un turista que me quería preguntar por alguna calle o algún museo, ya que tenía un mapa justo al lado de mi mochila. Pero no era un turista. Se puso justo enfrente tapándome los pocos rayos del sol que quedaban y me hizo una mueca como si yo estuviera enfadada o muy seria...Yo moví la cabeza y le dije que no, que estaba contenta. Y sonrió.
La verdad es que la situación me parecía divertida pero, si soy sincera también estaba un poco asustada porque me encontraba sola y no veía a ninguno de mis compañeros. Los allí presente eran totalmente desconocidos para mí. Pero hizo una cosa que me relajó hasta tal punto de olvidarme que me encontraba sola ante aquella persona misteriosa. (digo persona porque nunca supe si era hombre o mujer)
Con la mirada fija en esa persona, se sentó a mi lado y me dio algo que me sorprendió y mucho. Me dio una rosa... Si hubiera estado sola me hubiera echado a llorar pero como estaba sentada al lado de un desconocido/a, le di las gracias en español y en italiano, y le sonreí. Le dije si le podía hacer una foto para el recuerdo. Y la tengo junto con las demás fotos de los 'recuerdos'...
Minutos más tarde se alejaba mezclándose con los transeúntes (luego supe que era normal que los venecianos que se disfrazaban regalaran rosas)
Como si no hubiera ocurrido tal cosa cogí mi mochila, mi mapa, y mi rosa, y me fui en busca de mis compañeros de clase. Sabía que nadie me creería, y no me equivoqué. Nadie me creyó. Pero no me importó lo más mínimo. Sólo esa persona que se escondía tras la máscara y yo sabíamos que era verdad. En mi interior quedaba el recuerdo y en mis manos la rosa. Todo lo demás ¿qué importaba?
MILÁN
A los dos días de vivir aquel momento inolvidable en Venecia, visitamos la ciudad de Milán. Ahí sólo estuve un día pero lo suficiente para afirmar que es una de las ciudades que más me ha gustado y lo curioso es que no sé por qué. Sólo sé que algún día volveré y la visitaré con más tranquilidad. Milán me transmitió buenas sensaciones. Además llegamos a la ciudad justo después de comer y pude ver como la claridad poco a poco iba desapareciendo para dar paso a una ciudad tremendamente iluminada.
Para variar me alejé del grupo. Como tenía un mapa, sabía que estaba cerca de la Catedral. Así, que decidí acercarme. Como ya la había visto en fotos pensé que sería una Catedral más, pero una vez más me equivoqué. Me impactó cuando me encontré frente a ella. Con las farolas iluminando la plaza que hay justo delante. Y en silencio. El aire y yo éramos los únicos que nos movíamos...
Era impresionante, y estoy convencida que si la hubiera visto a la luz del día hubiera perdido parte de su encanto, porque la noche la hacía más bella de lo que era. Sola en aquella plaza y frente a ella, me quedé varios minutos observándola. Parecía que tocara el cielo, y se mezclaba con la oscuridad de la noche...
Media hora más tarde miraba la Catedral tras los cristales del autobús...
Ha pasado ya muchísimo tiempo, y no me olvido de aquel viaje... Incluso he pensado en volver y recorrer los lugares que visité, pero también es verdad que este viaje no lo viviría de igual manera que el primero.
Otra edad, otra mentalidad y lo más importante, para mí, es que sería un viaje para recordar y no para descubrir y experimentar.
En el fondo, quiero mantener el recuerdo de ese viaje tal cual lo viví.
Algunas veces, las segundas partes nunca son buenas...
*Nota: Entrada retocada y puesta anteriormente.
Aileon, recordando viejos recuerdos….
El disfrutar por cada rincón que pasaba, el observar a la gente que estaba a mi alrededor, el ver las obras de arte más impresionantes que he visto en mi vida, el tener la sensación de estar sola aún estando rodeada de gente, el vivir el carnaval de una manera silenciosa,...
VENECIA
Recuerdo que llegamos sobre las nueve o así a la Plaza San Marcos. Era impresionante ver la plaza desierta, con las mesas y sillas vacías, y con una neblina que tapaba toda la plaza. La primera sensación al estar allí fue de tranquilidad y de paz. Y no me equivoqué. En aquel momento supe que ese viaje iba a ser inolvidable. Fue más que eso.
Como las personas que iban conmigo no tenían el mismo interés que yo, decidí disfrutar ese día en la más estricta soledad. Sólo una mochila (la que aparece en suelo de la foto y llena de mapas) y una cámara me acompañaban. Visité museos (impresionantes todos), recorrí las estrechas calles, observé góndolas (no me subí en una de ellas por ir sola y por dinero, más por lo segundo que por lo primero), entré en tiendas, y fotografié todo que tenía ante mis ojos ( no sé donde tengo parte de las fotos...)
Sobre las cuatro de la tarde decidí descansar en un banco de piedra mientras tomaba un café... Sin apenas darme cuenta apareció esa persona. No era raro ver a la mayoría de la gente disfrazada por las calles, ya que aquel año viví los carnavales venecianos.
En un principio vi la sombra de su silueta y pensé que sería un turista que me quería preguntar por alguna calle o algún museo, ya que tenía un mapa justo al lado de mi mochila. Pero no era un turista. Se puso justo enfrente tapándome los pocos rayos del sol que quedaban y me hizo una mueca como si yo estuviera enfadada o muy seria...Yo moví la cabeza y le dije que no, que estaba contenta. Y sonrió.
La verdad es que la situación me parecía divertida pero, si soy sincera también estaba un poco asustada porque me encontraba sola y no veía a ninguno de mis compañeros. Los allí presente eran totalmente desconocidos para mí. Pero hizo una cosa que me relajó hasta tal punto de olvidarme que me encontraba sola ante aquella persona misteriosa. (digo persona porque nunca supe si era hombre o mujer)
Con la mirada fija en esa persona, se sentó a mi lado y me dio algo que me sorprendió y mucho. Me dio una rosa... Si hubiera estado sola me hubiera echado a llorar pero como estaba sentada al lado de un desconocido/a, le di las gracias en español y en italiano, y le sonreí. Le dije si le podía hacer una foto para el recuerdo. Y la tengo junto con las demás fotos de los 'recuerdos'...
Minutos más tarde se alejaba mezclándose con los transeúntes (luego supe que era normal que los venecianos que se disfrazaban regalaran rosas)
Como si no hubiera ocurrido tal cosa cogí mi mochila, mi mapa, y mi rosa, y me fui en busca de mis compañeros de clase. Sabía que nadie me creería, y no me equivoqué. Nadie me creyó. Pero no me importó lo más mínimo. Sólo esa persona que se escondía tras la máscara y yo sabíamos que era verdad. En mi interior quedaba el recuerdo y en mis manos la rosa. Todo lo demás ¿qué importaba?
MILÁN
A los dos días de vivir aquel momento inolvidable en Venecia, visitamos la ciudad de Milán. Ahí sólo estuve un día pero lo suficiente para afirmar que es una de las ciudades que más me ha gustado y lo curioso es que no sé por qué. Sólo sé que algún día volveré y la visitaré con más tranquilidad. Milán me transmitió buenas sensaciones. Además llegamos a la ciudad justo después de comer y pude ver como la claridad poco a poco iba desapareciendo para dar paso a una ciudad tremendamente iluminada.
Para variar me alejé del grupo. Como tenía un mapa, sabía que estaba cerca de la Catedral. Así, que decidí acercarme. Como ya la había visto en fotos pensé que sería una Catedral más, pero una vez más me equivoqué. Me impactó cuando me encontré frente a ella. Con las farolas iluminando la plaza que hay justo delante. Y en silencio. El aire y yo éramos los únicos que nos movíamos...
Era impresionante, y estoy convencida que si la hubiera visto a la luz del día hubiera perdido parte de su encanto, porque la noche la hacía más bella de lo que era. Sola en aquella plaza y frente a ella, me quedé varios minutos observándola. Parecía que tocara el cielo, y se mezclaba con la oscuridad de la noche...
Media hora más tarde miraba la Catedral tras los cristales del autobús...
Ha pasado ya muchísimo tiempo, y no me olvido de aquel viaje... Incluso he pensado en volver y recorrer los lugares que visité, pero también es verdad que este viaje no lo viviría de igual manera que el primero.
Otra edad, otra mentalidad y lo más importante, para mí, es que sería un viaje para recordar y no para descubrir y experimentar.
En el fondo, quiero mantener el recuerdo de ese viaje tal cual lo viví.
Algunas veces, las segundas partes nunca son buenas...
*Nota: Entrada retocada y puesta anteriormente.
Aileon, recordando viejos recuerdos….
7 comentarios:
interesantes tus aventuras en italia!! y tienes razón, muchas veces segundas partes no son buenas, sobretodo cuando hemos idealizado las primeras... otra mentalidad, otra edad y otras experiencias... te harían ver el viaje de otra forma totalmente distinta y tus recuerdos variarían... es como volver a ver películas o series infantiles que de niños nos fascinaban( la mayoría suelen ser lo peor jeje, aunque siempre hay excepciones...)
un beso!!
Vaya, anécdotas jugosas jajaja.
Como han pasado los años...
Nalia: Sí, ante quería incluso volver a ir sola a Italia, pero no sé...otra mentalidad!
Quizá me decepcionaría y prefiero guardar los recuerdos tal cual los viví!
Rayco: Bueno los italianos y argentinos me los guardo para mí jejej He contado lo oficial, lo otro es secreto de sumario...
Yo no digo nada, upsss!
Han pasado los años, pero yo estoy igual que con 17 años jejej Solo que con más experiencia en todo...
BEsos a los dos!
Seguramente si volvieses a ir no seria ya lo mismo,aunque a veces si hay segundas partes buenas,pero creo que Venecia es un lugar donde la primera vez debe de impactar el ver los canales,pero ya la segunda es dificil que llegue a gustarte tanto
Y luego Milan seguramente hay mas para visitar y en solo un dia es dificil ver todo,y a mas no entrastes dentro de la catedral,que segurisimo debe ser algo increible
Tienes toda una vida por delante para volver a ir a Milan,tu tranquila que la catedral no se movera de ahi,jeje
cuidate
Si, algunas partes si que suelen ser buenas, pero como tú dices pues quizá no lo viviría de igual forma.
Los canales no me sorprenderían y sus estrechas calles tampoco...
Pero me gustaría volver...esa es la verdad!
Italia, como país e idioma, es mi debilidad... Y Milán la ciudad que me gustaría poder perderme y conocer todos sus rincones...
Sé que algún día volveré! Lo sé, sólo tengo que esperar el momento adecuado!
GRacias por el comentario! Besos
Hola tú la de los avatares cambiantes!!
:-P
Increible tu voracidad en las entradas!!!
El viajar y conocer, y la musica en directo deberian ser derechos constitucionales!!
Nos dejan esos recuerdos y sensaciones imborrables!
Besote!
Me gusto el imaginarme como seria italia y milan, leyendo tus bellos e irrepetibles recuerdos.En lo personal yo viajo solo a traves de libros.Refugiado en mi eterna habitación. Jajaja...Enorabuena por Aileon!!!
Saludos y cuidate mucho!!!
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