miércoles, 7 de mayo de 2008

De lágrimas nace una sonrisa...

No dejes de sonreír nunca

Aquel día no era yo la que iba de acompañante. Sentada en una silla de madera enlazada con otras tantas, no podía parar de mover la pierna derecha. Cabizbaja, nerviosa, inquieta, recordaba las palabras que cuatro meses antes me habían dejado intranquila. El pasillo, silencioso y sepulcral, no me relajaba lo más mínimo. Batas blancas, ancianos despistados, y el chirrido de la madera adornaban el escenario. Aquel día saldría de dudas…

En medio del pasillo, esperé a que una enfermera dijera mi nombre…

No pasaron ni cinco minutos y me vi entrando por la puerta que separaba la realidad de los hechos de la realidad de mi mente. Un hombre de unos cuarenta años, me saludó casi a oscuras…

(…)

Una habitación, pequeña e iluminada, contrastaba con la otra habitación oscura. Hice lo que el doctor me dijo y salí con nerviosismo. No por estar frente a un desconocido, sino por lo que aquella prueba significaba. Por eso respiraba sin respiración…

- Muy bien, vamos a ver…
- Sí…

Casi a oscuras, sentí como el corazón bombeaba más sangre de lo normal…

- Tranquila, que va bien…
- ¿De verdad?
- Sí.
- Estoy muy nerviosa, porque mi doctora me asustó un poco…
- Tranquila…
- (…)

Fría, como el hielo, sólo podía mirar su rostro para ver si podía intuir a través de sus gestos y de su mirada, lo que el veía a través de la pantalla. Una y otra vez,…Su silencio me mataba…Tres minutos que duraron una eternidad.

- Bueno pues esto ya está. Los resultados te los dará tu doctora…
- Doctor, no me deje así…¿qué resultados son?
- (Sonrió y eso fue como un litro de tila y valeriana en mi cuerpo) Tranquila, todo está bien, pero es tu doctora quién te lo explicará mejor, ¿vale?
- (…)


Mientras volvía a aquella habitación minúscula, no podía parar de moverme, de dar saltitos, pero esta vez de alegría. Sola, sonreí con lágrimas en los ojos. Fuera mi madre me esperaba impaciente. Aquella tarde, nos merecimos un café, y unas sonrisas.

* Y es que a veces las palabras te inquietan , y los resultados te cambian la vida. Siendo jovencita, las palabras me inquietaron, pero los resultados, afortudamente, no me cambiaron la vida.
Aileon

5 comentarios:

isuntza dijo...

Intuyo que en ese otro blog que pasea por tu mente y que todavía no tienes tiempo para concretar, esta historia hubiera sido un poco diferente No en el fondo, pero sí igual en la forma Corrígeme si me equivoco, miLope...

En esos momentos es cuando más se nota, se siente en la piel la presión y el poder que puede llegar a tener la palabra Aunque al final sean los resultados, como siempre, como en todo, los que decidan Me alegro de que tu vida no cambiara, porque me gusta mucho la niña que has llegado a ser; tan especial, tan simpatica, cada vez más importante para mi...

Yo odio los hospitales No puedo soportar ese olor, las caras de la gente, tantos malos ratos allí, tantas esperas con el corazón en vilo en una sala llena de gente y de preocupaciones, tantas que hasta el aire está viciado y pesa más Es salir de allí y volver a sentirme libre Igual igual que al alcanzar la cima de cualquiera de las muchas montañas que he subido

Y sin embargo me ponen las batas blancas, hay que ver lo complicados y raros que podemos llegar a ser, no?jaja Espero haberte robau una sonrisa con esta última tontería después de un post tan serio La imagen me ha gustado mucho, miLope, me ha recordado mucho al hada que mis sueños de vez en cuando

Muxus y más muxus, niña de las mil caras, con todo el cariño que entra en la mochila del niño triste Y rekuerdos desde el Norte!! (vete tirándolos que si no no te van a entrar en casa jajaja)

isuntza dijo...

He visto que no habia escrito nadie, me he dejado llevar y casi te he escrito un mail eterno más que un post Espero que no te me aburras ni te me marees entre tanta letra jajaja

Aileon dijo...

Esta historia la tenia escrita desde hacía tiempo, porque pasó hace mucho tiempo. Había conversaciones y todo en lo que consistía la prueba.Mis nervios y mis preocupaciones, pero pensé que era algo demasiado íntimo y por eso no he puesto todo el escrito.

Bueno con respecto al otro blog, lo haría porque a veces hay que sonreír aunque lo que te apetece es llorar y sonríes para no preocupar a los que tienes a tu alrededor. Las máscaras funcionan, pero una también quiere ser libre y decir cómo se siente en cada momento. Pero bueno, de momento la idea esta ahí, jeje

Yo me asusté mucho, por lo que me dijo mi ginécologa.Era la primera vez que iba y me enviaron a hacerme una prueba. Los resultados fueron buenos. Mi vida no cambió.

Sí, los hospitales dan una sensación de oprimir a todos los que están allí, enfermos y acompañantes. Es verdad...

Intuyo que llevas una bata blanca jeje Bueno no todos los de la bata blanca oprimen jeje

Cuídate,
Recuerdos para el niño triste.

isuntza dijo...

Las máscaras funcionan pero sólo a medias, miLope, lo sabes Y además, no con todo el mundo, a algunos de los que nos rodean no podemos engañarlos, a que sí? Digo que no funcionan porque debajo de la máscara seguimos siendo nosotros y nuestro estado de ánimo el real A mi mismo, o al niño triste, es imposible engañarle

Como siempre, o como casi siempre, me has dejado con la intriga de la historia Más sabiendo que ya la tienes escrita y dándome algunos, pocos, datos más ahora Siempre serás la niña misteriosa, eh?Y me encanta!

Llevo bata blanca desde no hace mucho por primera vez en mi vida Y a etxo que pierda parte de su encanto pero bueno, ver una chica wapa con bata blanca (sin estar en un hospital) siempre tendrá su morbo Es lo que hay jaja

Cuidate tu tb, miLope
Muxus&Muxus!

Aileon dijo...

Sí, quizá tengas razón. En mi caso, las máscaras en un período de mi vida me funcionaron muy bien, y me siguen funcionando...A veces, sonrío llorando.

¿Misteriosa? Un poco, jeje No hay mucho más de lo que te he contado jeje

Ayyy, las chicas guapas con batas, si es que...Hay que controlar esas hormonas jeje

Buen finde!
Cuídate, saludos.